Una de las cosas que ha traído la modernidad a la vida humana hoy en día es que consigo han surgido cuestionamientos diversos acerca de los roles de género, su diálogo con las tradiciones, los hábitos familiares, pero también el punto de vista de hombres y mujeres a toda esta re escritura moderna de papeles y juegos familiares.

Non western es una película escrita y dirigida por Laura Plancarte que retrata la vida de una pareja interracial donde él es parte de una comunidad cheyenne y ella es una mujer moderna con diversos grados de estudios y doctorados. Esta pareja se encuentra en camino a unir formalmente sus vidas y con esto se unen varios obstáculos que hasta este momento en su relación no habían surgido.

Se supone que cuando encuentras a la persona ideal para formar una familia estás dispuesto a ceder varias cosas. Entre ellas tu comodidad, tu independencia, tu libertad propia para compartirla con alguien más. Se llega a un mutuo acuerdo de entendimiento donde ambos saben que la vida de solteros hasta debe de acabar y que a partir de ese compromiso ambos renuncian a ser, solamente, cada uno de ellos, para ser: “ellos” como una unidad indivisible que podrá adaptarse el uno al otro. Esta unión incluye muchas veces ceder ideales, ideologías, patrones de conducta e incluso, si es necesario, abandonar hábitos ancestrales familiares con el solo objetivo de llegar limpio y en blanco para aprender de una nueva persona.

Los matrimonios en la antigüedad eran regidos muchas veces por los elders de la comunidad, por los veteranos de la familia. Estos solían decidir quién se casaba con quien y regularmente, no en todas las culturas, la mujer se debía adaptar al hombre y no viceversa. En la historia de Laura Plancarte este hombre cheyenne estuvo mucho tiempo fuera de sus raíces indias nativas, por diversas razones tuvo una familia caucásica pero al final lo rechazaron por no aceptar al Dios cristiano. La mujer es un ente independiente que se nota se vio atraída por este hombre y su misticismo, pero no encaja dentro de las creencias e ideas sobre la mujer que este y su familia tienen.

Tanto en la relación familia e individuo que este indio cheyenne tuvo con una cultura distinta y su relación en pareja con su novia debe de haber una palabra: “empatía”. Creo que Laura Plancarte desarrolla en lo local algo que siempre ha sucedido en lo general: la falta de entendimiento y comprensión del “otro” de nuestro igual, sea la raza, religión, estrato económico, ideología, que sea. Esta falta de entendimiento y empatía ha llevado a una deshumanización sin precedentes, es precisamente eso lo que lleva a las guerras y conflictos. Somos incapaces de oír, entender y ver las situaciones de otras personas como si fueran las nuestras… ¿es tan difícil? Muchos podríamos decir que sí, al intervenir ideales, determinaciones y hábitos propios que nos hacen quienes somos, otros diríamos que no porque al amar a una persona, supuestamente estarías dispuesto a todo por este nuevo integrante a tu equipo.

El tratado que Laura Plancarte hace con Non Western al final resulta bastante interesante al platear temas que son actuales, que son necesarios de hablar y exponer al ser parte de un problema más grande, que se repite en localidades pequeñas como en comunidades internacionales. No será hasta que entendamos al otro y sus razones y que podamos mediar entre nuestras ideas y las demás que podamos llegar a un mutuo acuerdo de convivencia sana, esa es la gran solución a gran parte de nuestros problemas, tanto como individuos como naciones enteras.

Por Luis Toriz
Sitio web: https://cineofata.blogspot.com/
Twitter: @JonathanToriz
Facebook: @CDesclasificandoElCine
Instagram: @elultimovivo