La peor persona del mundo, Joachim Trier regresa a lo básico.

Conocí el trabajo Joachim Trier por Reprise, una ópera prima interesante que tuvo una proyección en ese entonces durante la muestra de la Cineteca Nacional.

La historia me impresionó porque obviamente la narrativa era diametralmente distinta a lo que se acostumbra ver. Su estilo era desde entonces contar dos historias: Dos amigos escritores que, después de escribir un manuscrito cada uno, lo entregan a la misma editorial, el mismo día. Uno de estos es publicado y el otro no.

Joachim Trier que también es el guionista, coloca a sus dos protagonistas en una coyuntura moral y llena su forma con canciones que para ese momento de la historia encajan perfectamente bien. El director sabía cómo lograr un cierto humor en el espectador por medio de un delineado de los personajes, no solo minucioso, sino también desenfadado. Esta característica es exaltada con la selección musical.

Joachim Trier ya trazaba desde entonces personajes erráticos, más aún a su protagonista. El actor Anders Danielsen Lie, que también aparece en “La peor persona del mundo”, interpretaba a Phillip, el joven autor publicado que cambia totalmente su vida gracias a que se vuelve famoso y deja atrás todo lo que lo definía tanto personal como profesionalmente.

Después de explorar otro tipo de historias y también incursionar en el género del terror sobrenatural, Joachim vuelve a un inicio, donde sus personajes son probados moralmente y erráticos en todas sus formas. También recurre de nueva cuenta a una voz como narrador que nos va contando en tercera persona todo lo que pasa con el protagonista, como si de un cuento se tratara.

La peor persona del mundo está dividida en en doce capítulos, un prólogo y un epílogo, por los cuales vemos la evolución de Julie, una mujer joven que no sabe lo que quiere. Un día quiere ser doctora, al otro psicóloga para después decidirse por la fotografía; esta indecisión la lleva al terreno de los sentimientos.

Aunque sí la historia amorosa es importante, es aún más relevante el ejercicio introspectivo que Julie tiene durante toda su historia contada por el narrador. Lo interesante es cómo esta joven es consciente de su notable inmadurez y de la afectación que va causando a la personas que se van involucrando con ella.

Joachim Trier vuelve a lo básico de su cine: contar historias con coyunturas morales que ponen a su personaje en serios problemas por medio de un soundtrack llamativo y ligado por capítulos. También este estilo rememora un poco al cine de su tío Lars von Trier, quien también regularmente divide sus películas en segmentos para llevar a un epílogo que aunque es el fin de la película, indica que no lo es tanto de su protagonista.

El discurso que Joachim Trier tiene con su espectador con esta película es reconociblemente peculiar para quien lo hemos seguido de cerca, para los que apenas lo descubrirán verán en él a realizador bastante maduro que ha sabido perfeccionar su técnica y narrativa inicial en favor de un estilo que al final de cuentas pertenece a un autor de lo personal e íntimo.

ESTRENO 17 MARZO 2022
Luis Toriz

Por Luis Toriz
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