Mi amigo Robot (Robot Dreams)

«Una obra que celebra la amistad en su forma más pura y sincera»

Robot Dreams (2023) dir. Pablo Berger

En el panorama actual del cine, es raro encontrar una obra que se atreva a romper con la narrativa convencional y, al mismo tiempo, logre capturar la esencia de las emociones humanas de una manera tan pura y sincera. «Mi amigo Robot», la última película del director español Pablo Berger, creada a partir de la novela gráfica homónima de Sara Varón, hace precisamente eso. Esta cinta animada, nominada al Oscar a Mejor Película Animada en 2024, es una carta de amor a la amistad, contada a través de la relación entre un perro solitario y su compañero robótico en la Nueva York de los años 80.

“Mi amigo Robot” nos sumerge en la vida de Dog, cuya existencia en el bullicioso Manhattan se ve teñida por la soledad de los rascacielos que lo rodean. En su pequeño apartamento, entre juguetes mordisqueados y fotos de días más felices, Dog toma la decisión que cambiará su vida: adquirir un robot, no cualquier máquina, sino una diseñada para ser el amigo perfecto. Lo que comienza como una amistad programada, pronto se transforma en un vínculo inquebrantable. A través de una serie de aventuras y desventuras, «Mi amigo Robot» explora la profundidad y complejidad de las relaciones, sin necesidad de una sola línea de diálogo.

Robot Dreams (2023) dir. Pablo Berger

Pablo Berger, con su visión artística inigualable, ha creado una obra que es visualmente deslumbrante y narrativamente audaz. La audacia narrativa que se manifiesta en su valiente elección de eliminar los diálogos, confiando en la rica paleta de la animación 2D para tejer una historia que habla directamente al alma, comunicando emociones complejas a través de la expresión pura de sus personajes. La ambientación en el East Village de Nueva York de los 80´s no solo sirve como telón de fondo, sino que también juega un papel crucial en la narrativa, sumergiendo al espectador en una época de gran efervescencia cultural.

“Mi amigo Robot” no es solo una película; es un espejo que refleja las complejidades del alma humana. Una reflexión sobre la amistad, la pérdida y la soledad. La película despliega ante nosotros un tapiz de experiencias, mostrando que la amistad es un camino dinámico, repleto de momentos de alegría y tristeza, de triunfos y fracasos. La historia de Dog y su amigo robótico es un testimonio de que la amistad trasciende las barreras de la existencia orgánica y mecánica, convirtiéndose en un faro de esperanza y comprensión mutua. Nos muestra que la amistad no es algo estático, sino un viaje lleno de altibajos, donde lo importante no es la perfección, sino la voluntad de seguir intentándolo.

Robot Dreams (2023) dir. Pablo Berger

“Mi amigo Robot” no es solo para aquellos que se deleitan en el arte del cine; es para todos los que, en algún momento, han valorado un lazo de amistad verdadero. Es una invitación a reflexionar sobre nuestras propias relaciones y a apreciar la belleza en las conexiones que forjamos. En resumen, “Mi amigo Robot” es una obra que celebra la amistad en su forma más pura y sincera, y que seguramente inspirará a los espectadores a abrazar y valorar esos lazos en su vida cotidiana.

La imperdible película “Mi amigo Robot” llegará a las salas de cine en México este jueves 7 de marzo de 2024, ¡Corran a verla!, ¡No se la pueden perder!

Por: Cristian G. Álvarez H., IG: @redrockernyc

Dedicatoria

Agradezco ampliamente esta enorme oportunidad que me brindo mi amigo Elk Gilbon, mil gracias, amigo, por darle esta oportunidad a un aficionado y amante del cine.

Y por supuesto a mi concubina Tanya, gracias por siempre apoyarme en TODO.

La Gran Libertad

Las historias de amor son complicadas, pero cuando son frustradas por situaciones más ajenas de su control, se vuelven más complejas. “La Gran Libertad” entiende perfectamente eso y hace un retrato íntimo de una realidad.

En la Alemania de posguerra, la liberación por parte de los Aliados no significaba libertad para todos. Hans Hoffmann (Franz Rogowski) es encarcelado una y otra vez bajo el párrafo 175, una ley que penaliza la homosexualidad. A lo largo de décadas, desarrolla un vínculo improbable pero tierno con su compañero de celda Viktor (Georg Friedrich), un asesino convicto.


Basada en hechos reales, el director Sebastian Meise regresa de otra intermitencia y evidencía que sus pausas no afectan en nada a su conocimiento y calidad cinematográfica. Sumerge su historia en un ambiente horrible y monótono de una prisión, pero lo llena de pequeños gestos tiernos que son duramente castigados para Hans Hoffman. Una historia de contrastes y negaciones que muestra varias posturas y nos guía hacía una libertad inminente, pero que pone en duda la verdadera libertad interna. Un ejercicio ejecutado de la mejor manera y que demuestra problemas que se siguen viviendo en la actualidad.

La licencia poética de Sebastian Meise, y encanto que tiene este filme, es su juego narrativo detonado en el confinamiento solitario, dónde este lugar funge como una máquina del tiempo narrativa para relatar con un mayor peso dramático las situaciones de estos presos a través del tiempo.

Este drama de la posguerra depende de sus entornos y actores, quienes hacen un trabajo espectacular como Anton Von Lucke, Thomas Prenn y Georg Friedrich, sin embargo el reflector completo recae en Franz Rogowski quien consigue un tono perfecto en su protagonismo lleno de momentos felices y frustrados.

“La Gran Libertad” es un gran ejemplo de una historia memorable en su sencillez, además de llevar el estandarte del cine LGBT. Una historia verídica que merece ser escuchada.

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Reseña: El Hoyo en la Cerca

Crítica, realidad y desigualdad son los temas que Joaquín del Paso pretende mostrar en esta cinta, sin embargo, otros temas se manifiestan de maneras agresivas en este largometraje hipnotizante.

En un campamento espiritual organizado por una escuela privada religiosa de puros varones, “El Hoyo en la Cerca” nos sumerge en una situación de aprendizaje dónde estos jóvenes adolescentes presencian la realidad de México de maneras muy “surreales”.

Después de su cinta “Maquinaria Panamericana”, Joaquín del Paso regresa con su segundo largometraje y ahora con una historia de vivencias personales embarrado con un dilema de clases sociales. Sin embargo, los discursos que pretende mostrar son ambiguos y carentes de sólidez al ser opacados por el misterio, horror y suspenso que no llega a un verdadero conflicto y que simplemente queda en el imaginario del director. Tomando en cuenta que esta película no tiene un verdadero protagonista.

Con un estilo art horror, Joaquín del Paso, nos hace partícipes de este campamento que va presentando momentos de tensión que pudieron ser mejor explotados y que nos encarrilan a una crítica social caótica poco elaborada, aprovechando del impacto visual pero carente de narrativa.

Un reconocimiento indiscutible, es su logro como producción al trabajar con más de 30 niños preadolescentes por más de un mes para realizar esta cinta y alcanzando actuaciones naturales y creíbles de personas de estos círculos y desenvolvimientos.

Así como el desempeño de producción, el trabajo de Alfonso Herrera Salcedo como director de Fotografía es crucial para el estilo narrativo de la cinta, creando atmósferas visuales poderosas y un lenguaje poco común en la fotografía de nuestro país.

Los ya famosos compositores Kyle Dixon y Michael Stein (Stranger Things) aportan sus peculiares ritmos sintetizados a esta película creando un ambiente espeso y fantástico. Tuve la oportunidad de que Joaquín del Paso me compartiera su desarrollo creativo al trabajar con Dixon y Stein, y la facilidad de crear algo adaptado a nuestra localidad y creando este misterio con jóvenes adolescentes es interesante. Sin embargo, un tanto desaprovechado, ya que su material no es constante en el filme.

“El Hoyo en la Cerca” es una cinta que demuestra muchos valores sobresalientes para la industria mexicana de cine, pero al mismo tiempo el hacer una historia excesivamente personal y con conflictos abordados de manera media, la alejan de una verdadera contundencia.

Por Marks Caudillo

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La civil, el terror de ser un ciudadano promedio en México…

El Festival de Cannes dio una ovación de pie de más de ocho minutos a Arcelia Ramírez, actriz mexicana que interpreta a Cielo, una madre a la que le es arrebatada su hija menor de edad por el crimen organizado en la ciudad de Durango.

Con un guion de Habacuc Antonio de Rosario, Teodora Mihai, una directora rumano- belga, logra plasmar al México más agreste de todos. No el de la casa azul de Frida Khalo, tampoco el que tiene una de las maravillas arqueológicas del mundo antiguo y mucho menos el país que tiene una de las gastronomías más ricas del mundo, ese no.

Teodora y Antonio, logran capturar en un solo personaje lo que miles de familias mexicanas en todo el país, unos más que otros, viven gracias al reinado de los cárteles de crimen que imperan en muchas zonas. La impunidad, la mediocridad y la burocracia en los procesos legales, sin mencionar los compromisos que el gobierno pacta con el crimen organizado, son llevados a cabo por medio de la ficción en La civil.

El tratamiento dentro del guion de Antonio es inteligente porque aunque hace una severa crítica dentro de la propia ingobernabilidad mexicana y la ineficiente capacidad de los gobiernos “soberanos” de cada uno de los estados, también critica, desde una perspectiva mucho más comprensiva, al ciudadano promedio. Aunque las acciones de Cielo (Arcelia Ramírez) son resultado de la ineficacia para hacer un cumplimiento de la ley y hacer valer los derechos de los ciudadanos; la doble moral del personaje también refleja la falta de integridad que todos los civiles podemos tener o tenemos al momento de confrontarnos con esa rara mezcla entre la corrupción, la inseguridad y la impunidad; porque en México, no todos somos santos ni todos corruptos… Somos reaccionarios a un sistema que hemos vivido y sufrido por décadas.

Al estar viendo La civil, las imágenes de películas que habitan este mismo universo y que dialogan con la misma realidad venían a mi mente: “Sin señas particulares” de Fernanda Valadéz con el guion de Astrid Romero, “Sanctorum” de Joshua Gil y la serie de Netflix “Somos”. La mayoría de todo este material es hecho por mujeres, que no es raro, son las que en la práctica y no solo en título, llevan los pantalones en la familias mexicanas. Son las madres desesperadas las que se ponen las armas y salen en busca de una absolución definitiva a un duelo complicado con sus hijos, hijas, padres, hermanos, abuelos, etcétera.

Este conjunto de películas que entablan un discurso real con el espectador mexicano plasman de manera fehaciente el peligro que representa ser un civil en México. Me refiero incluso a los 153 periodistas muertos en lo que va del 2022,12 de estos han sido mujeres. Sin contar los ciudadanos que desaparecen cada día. Según el periódico «El economista» en un artículo del 2021, cada día desaparecen 23 personas en la administración de Andrés Manuel Lopez Obrador. En total han desaparecido y sin ser encontrados: 22,946 personas (cifras hasta el 30 de agosto del 2021).

Los números son escalofriantes y superan Incluso a los de los civiles muertos en la invasión rusa a Ucrania, donde recientemente su número más alto son 3,541… ¡en una guerra! Entonces, actualmente ¿en qué estado estamos hoy en día en México? Las muertes y desapariciones diarias no se comparan con los de una guerra civil, tampoco con los de una guerra… ¿Qué pasa en México?

Aunque La civil no responde esta pregunta, le pone una voz más a la situación que México vive en la actualidad con una gran dirección de Teodora Mihai y actuaciones magistrales de Arcelia Ramírez y Álvaro Guerrero.

Teodora Mihai no le da miedo ni tampoco le tiembla la cámara para plasmar la violencia silenciosa pero sufrida a voces por los mexicanos. Es interesante como la directora no señala pero sí puntualiza con severidad culpas, no sólo al gobierno, también todos los que habitamos este país. Su forma de manejar la cámara pone al espectador en una experiencia inmersiva y al mismo tiempo, lo coloca como un testigo de todo lo que estamos viendo.

Repito, no le da miedo en plasmar una realidad sangrante, pero siempre desde la mirada de la ficción, lo que me parece su más interesante. Aunque se siente cercano, hay un filtro de ficción, lo cual se agradece. ¡Es una de las mejores películas que veremos este año!

Estreno en cines el 19 de mayo y es de Cine Canibal.

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La peor persona del mundo, Joachim Trier regresa a lo básico.

Conocí el trabajo Joachim Trier por Reprise, una ópera prima interesante que tuvo una proyección en ese entonces durante la muestra de la Cineteca Nacional.

La historia me impresionó porque obviamente la narrativa era diametralmente distinta a lo que se acostumbra ver. Su estilo era desde entonces contar dos historias: Dos amigos escritores que, después de escribir un manuscrito cada uno, lo entregan a la misma editorial, el mismo día. Uno de estos es publicado y el otro no.

Joachim Trier que también es el guionista, coloca a sus dos protagonistas en una coyuntura moral y llena su forma con canciones que para ese momento de la historia encajan perfectamente bien. El director sabía cómo lograr un cierto humor en el espectador por medio de un delineado de los personajes, no solo minucioso, sino también desenfadado. Esta característica es exaltada con la selección musical.

Joachim Trier ya trazaba desde entonces personajes erráticos, más aún a su protagonista. El actor Anders Danielsen Lie, que también aparece en “La peor persona del mundo”, interpretaba a Phillip, el joven autor publicado que cambia totalmente su vida gracias a que se vuelve famoso y deja atrás todo lo que lo definía tanto personal como profesionalmente.

Después de explorar otro tipo de historias y también incursionar en el género del terror sobrenatural, Joachim vuelve a un inicio, donde sus personajes son probados moralmente y erráticos en todas sus formas. También recurre de nueva cuenta a una voz como narrador que nos va contando en tercera persona todo lo que pasa con el protagonista, como si de un cuento se tratara.

La peor persona del mundo está dividida en en doce capítulos, un prólogo y un epílogo, por los cuales vemos la evolución de Julie, una mujer joven que no sabe lo que quiere. Un día quiere ser doctora, al otro psicóloga para después decidirse por la fotografía; esta indecisión la lleva al terreno de los sentimientos.

Aunque sí la historia amorosa es importante, es aún más relevante el ejercicio introspectivo que Julie tiene durante toda su historia contada por el narrador. Lo interesante es cómo esta joven es consciente de su notable inmadurez y de la afectación que va causando a la personas que se van involucrando con ella.

Joachim Trier vuelve a lo básico de su cine: contar historias con coyunturas morales que ponen a su personaje en serios problemas por medio de un soundtrack llamativo y ligado por capítulos. También este estilo rememora un poco al cine de su tío Lars von Trier, quien también regularmente divide sus películas en segmentos para llevar a un epílogo que aunque es el fin de la película, indica que no lo es tanto de su protagonista.

El discurso que Joachim Trier tiene con su espectador con esta película es reconociblemente peculiar para quien lo hemos seguido de cerca, para los que apenas lo descubrirán verán en él a realizador bastante maduro que ha sabido perfeccionar su técnica y narrativa inicial en favor de un estilo que al final de cuentas pertenece a un autor de lo personal e íntimo.

ESTRENO 17 MARZO 2022
Luis Toriz

Por Luis Toriz
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Paul Schrader y la fructífera mancuerna con Scorsese.

Pareciera que Paul Schrader estaría citando a Martin Scorsese y viceversa. La verdad es que son espejo y uno solo.

Desde 1976 que Paul Schrader escribió el guion de Taxi driver, la mancuerna sigue trabajando como si fuera el primer día que se conocieron. Lo cierto es que ambos han sabido tomar ventaja de la creatividad del uno y del otro. Sin embargo, hay algunas películas que Schrader ha hecho que nos indican el tipo de cine que le gusta escribir y hacer, pero más que todo, los personajes que le encanta delinear.

Ahora en El contador de cartas, el personaje de Will (Óscar Isaac), es una suma de muchos que el guionista y director ha hecho y llevado a la pantalla.

De Travis en Taxi driver tiene un contexto turbulento como personal y político. Ha salido de la cárcel y es un veterano de la guerra de Vietnam que tiene poco que ha terminado. El contador de cartas retoma esta característica de ser un ex soldado, pero agrega un pasado aún más oscuro: es un celador en la isla de Guantánamo y por consecuencia un ex convicto.

Ahora bien, ambas películas, Taxi driver de 1976 y El contador de cartas en la actualidad, aunque separadas por casi cincuenta años, tienen como marco histórico tensiones políticas y sociales. La guerra de Vietnam en conjunto con la administración corrupta e inmoral de Richard Nixon con el Watergate, funcionan como un antecedente no presente pero invisible, del pasado de Travis. El personaje es un daño colateral de la mala, pero también errónea administración política de ese tiempo. Probablemente Travis (Robert DeNiro) sea un reflejo inherente de una generación de hombres ex militares que, aún buscan su propia redención moral.

Will, como un militar ex convicto, culpable de delitos contra la humanidad al descubrirse los participantes de las cárceles de Guantánamo, se llena de culpa y, otra vez Paul Schrader, pone al contexto político como pasado invisible, pero causante de los traumas, de su personaje masculino.

Ahora bien, Paul Schrader dota a sus personajes de una dureza palpable, casi estoica, sin embargo, también les da un contexto emocional muchas veces más complicado de lo normal. En First reformed (2017), Toller (Ethan Hawke) es un reverendo que ve en Mary (Amanda Seyfried) una forma de su propio objeto del deseo. Es un personaje que porta una espiritualidad atormentada por sus ideales y deseos de hombre. El reverendo Toller debe de luchar contra Dios, el que vive en su mente, y contra él mismo.

Will como contador de cartas se encuentra imposibilitado emocionalmente, para amar o necesitar a alguien. En algún punto de la historia este es confrontado por Cirk, un joven que es como él era hace diez años en la isla de Guantánamo, lleno de ira, de enojo, pero también de ganas de destacar y hacer algo relevante. Al mismo tiempo que conoce a La Linda, una bella mujer que despierta en él todo el erotismo y deseo que creía perdido al estar, por tanto tiempo, rodeado de hombres.

La supuesta insensibilidad o ausencia emocional de los personajes de Schrader es totalmente justificada ya sea por sus ideales, contexto emocional o familiar o bien, su propios traumas. Aún así, los rodea de personajes que logran alcanzar esa fibras emocionales, sin que el personaje se traicione a sí mismo. Esta característica de Paul Schrader es la que hace que sus personajes masculinos sean tan memorables.

Martin Scorsese sabe perfectamente cómo plasmar esa dureza humana y masculina en pantalla. Taxi Driver y Toro salvaje son muestra de esto. Lo que da como resultado que una mancuerna que nació en el 1976, a través del tiempo se ha fortalecido y afianzado, pero también, se ha beneficiado. Ambos tienen una Palma de Oro en sus estantes por Taxi Driver y varias nominaciones al Óscar.

¡El contador de cartas ya se encuentra en cartelera y es un film de nuestros amigos de Cine Caníbal!

Luis Toriz

Por Luis Toriz
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