Five Nights At Freddys

La adaptación de Five Nights At Freddy’s seguro va complacer a los fanáticos, y solo a ellos.

En el terreno de las adaptaciones de videojuegos, este año el cine ha gozado de películas exitosas con Mario Bros y Gran Turismo, que esta a su vez se inspiró en hechos reales. Al momento de adaptar las historias de las consolas a la gran pantalla, se tienen dos tareas por cumplir: la primera consiste en satisfacer a los fans de hueso colorado con una historia que respete y contenga la esencia del juego. La segunda, que la cinta funcione como una por separado atractiva para la audiencia y con ello pueda sustentar de un éxito en taquilla para dar paso al inicio de una franquicia.

Five Nights At Freddy’s (Dir. Emma Tammi) entra al ruedo y adapta por primera vez la serie de videojuegos creados por Scott Cawthon (co-guionista) y de la mano de Blumhouse, apuestan por hacerse de un espacio entre las mejores adaptaciones de los juegos de video, algo que no lograron del todo. Cubriendo los primeros tres juegos de Freddy’s, el filme nos presenta a Mike (Josh Hutcherson), un guardia de seguridad que ha batallado por tener un trabajo estable. Sus actitudes lo tienen preso culpa del pasado y la desaparición de su hermano Max (Kat Conner Sterling), lo que le impide estar presente para cuidar de su hermana Abby (Piper Rubio).

En un último intento por conservar la custodia de Abby y evitar que su tía Jane (Mary Stuart Masterson) se la lleve, Mike le dará oportunidad a un empleo de guardia nocturno en Freddy Fazbear’s Pizza, una antigua pizzería famosa en los ochenta que reunía a chicos y grandes a pasar buenos momentos. Ahora solo es un lugar abandonado pero que debe vigilarse por las noches. Suena a un empleo ordinario, y la primera velada pareciera inofensiva para Mike, pero cuando las principales atracciones cobren vida, se va dar cuenta que este trabajo no va ser fácil de llevar.

(from left) Foxy, Chica, Freddy Fazbear and Bonnie in Five Nights at Freddy’s, directed by Emma Tammi.

De primera instancia Five Nights At Freddy’s va complacer, entretener y satisfacer a los fans en gran medida. Los guiños, easter eggs, referencias y hasta duplicaciones de cuadros van estar ahí, logrando que los adeptos de los videojuegos no tengan reparo en disfrutar de la cinta. Por el otro lado, la segunda tarea que este tipo de proyectos tendría que cumplir, es en donde falla garrafalmente, porque para el público promedio, la cinta es una floja para el género que no evoca interés por su contenido.

Emma Tammi trabajó muy de cerca con Scott Cawthon para conseguir la película perfecta para los fans, y en este apartado lo consiguen. La cineasta que en su previo largometraje The Wind (2018) confeccionó una cinta que exploraba la soledad y el asedio de una entidad maligna aquí tiene la tarea de presentar a un protagonista aislado e incapaz de comunicarse con su hermana. Con el trasfondo emocional se podía empatizar con Mike y la frágil relación con Abby debía ser lo suficientemente sólida para preocuparnos por ellos, pero a lo largo de sus 110 minutos de duración, eso no pasa.

Muy bien pudo haberse ahorrado la película treinta minutos de metraje y la consistencia de la trama no se hubiera visto afectada, sino por el contrario, se evitarían secciones que no aportan valor al ritmo y solo alargan situaciones que provocan un tedio en el espectador. Los personajes secundarios como Vanessa (Elizabeth Lail), se supone es el apoyo emocional pero termina siendo desaprovechada. La participación de Matthew Lillard, inolvidable Shaggy Rogers, cuenta con un giro al final que hace que tome más relevancia su personaje.

Dentro de lo poco positivo, se rescata la participación de Hutcherson después de un largo lapso fuera del celuloide. Peeta Mellark cambia Panem por Freddy Fazbear’s Pizza y pese a comprometerse con el proyecto, el guion le impide desarrollar mejor su arco narrativo. La conexión con Abby nunca se fortalece y solo deambula confundido por la cinta sin tomar alguna decisión o acción sobresaliente, o coherente.

FIVE NIGHTS AT FREDDY’S, from Universal Pictures and Blumhouse in association with Striker Entertainment.

El apartado musical a cargo de The Newton Brothers sumerge hasta donde es posible a la atmósfera inquietante de la pizzería. El diseño de producción y especialmente el uso de los animatrónicos es un acierto, porque tanto Freddy Fazbear, Chica, Bonnie y Foxy lucen espeluznantes y generan temor al verlos en movimiento.

Los giros de tuerca son parte del show y en esta ocasión la revelación del porqué los aparentes adorables osos son malvados es consistente con el contexto establecido, pero para ese momento el interés ya abandonó la sala de cine y por más impactante que sea, solo funciona para cerrar la historia sin dejar cabos sueltos.

Five Nights At Freddy’s no despunta como película de horror, lo que se posiciona como otro desacierto para Blumhouse, quienes deberían dejar el género por un tiempo. Seguro, a los seguidores del videojuego les va agradar esta adaptación, pero para el resto del público quizá no sea la mejor opción para el fin de semana.