Los Jardines Colgantes: entre lo sutil y la crudeza.

Los Jardines Colgantes (2022) dir. Ahmed Al-Daradji

Como cada año desde 2015, la Cineteca Nacional albergará, del 8 al 21 de septiembre, el ciclo “Talento Emergente”, en el cual se exhiben óperas primas o segundas películas de realizadores debutantes provenientes de diversas latitudes del mundo. Y sin duda, entre las obras que se presentan este año, destaca “Los Jardines Colgantes”, del director iraquí Ahmed Yassin Al-Daradji.

“Los Jardines Colgantes” no es una ópera prima cualquiera; se trata del trabajo de un equipo de jóvenes cineastas criados bajo el régimen de Sadam Hussein, y que han vivido en carne propia los horrores de la invasión estadounidense a Irak. Dicho eso, desde antes de entrar a la sala, ya se puede anticipar lo mucho que tienen para contarnos estos talentosos realizadores, expectativas que no sólo son cumplidas sino superadas. “Los Jardines Colgantes” narra una historia cruda, llena de violencia y erotismo, con una profundidad y sutileza como solamente los poetas persas habían logrado.

Los Jardines Colgantes (2022) dir. Ahmed Al-Daradji

En “Los Jardines Colgantes” seguimos la historia de As’ad, un niño huérfano recolector de basura (lo que en México entenderíamos como un pepenador), inmerso en la hostilidad del desierto, y en un mundo violento y fundamentalista que lo devora todo, incluso los cadáveres. Pese a tener que formar parte de esa vorágine para subsistir, As’ad aún conserva un poco de su inocencia infantil, y se resiste a ser corrompido por quienes lo incitan a capitular su humanidad. Como cualquier niño, siente una gran curiosidad por las mujeres y la sexualidad, y es en esas circunstancias que un día encuentra, entre las montañas de basura que revisa a diario, una muñeca sexual de tamaño natural, hiperrealista, probablemente desechada por los soldados norteamericanos.

Es de llamar la atención que, en este punto, el director libra el obstáculo de la narración vulgar y morbosa, y hace del encuentro de As’ad con la muñeca un contacto inmaculado entre la inocencia y el mundo femenino. Evidentemente, en una sociedad tan fundamentalista como la iraquí, resulta imposible concebir la existencia de una muñeca sexual casi humana y con rasgos occidentales, por lo que As’ad comienza rápidamente a enfrentar adversidades.

Los Jardines Colgantes (2022) dir. Ahmed Al-Daradji

As’ad es un niño astuto y logra conservar su muñeca, sin embargo, la necesidad de subsistir lo orilla a emprender un negocio a costa de ella. En sociedad con uno de sus amigos, va por las calles de su comunidad, en una carreta improvisada, ofreciéndole a otros jóvenes curiosos los servicios sexuales de su muñeca. Esto, sorprendentemente, no deshumaniza a As’ad, quien crea un vínculo con su juguete de apariencia antropomórfica, al cual comienza a ver como su amiga, y a tratar con dignidad.

Al no informar de su emprendimiento a los caciques de la zona, quienes controlan todos los negocios, As’ad comenzará a ser perseguido y amedrentado por la mafia local, hasta terminar en una encrucijada de la que sólo podrá salir vivo a costa de su inocencia.

Esta película tiene un guion excepcional, y tanto la cinematografía como el diseño de producción son sólidos; sin embargo, lo que vuelve a este filme una verdadera revelación es el trabajo de dirección. Las decisiones artísticas en cuanto a narrativa visual, los encuadres y el montaje crean atmósferas con mensajes sutiles, pero poderosos. Pese a que a lo largo de toda la película no vemos en cuadro un solo asesinato ni una sola escena sexual explícita, la película construye una poética sumamente efectiva en transmitirnos los horrores de la postguerra y el fundamentalismo de medio oriente. Este hecho en sí mismo es una gran conquista artística, pues, a diferencia de la literalidad que vemos en mucho del cine occidental, “Los Jardines Colgantes” trasciende en concepto porque crea metáforas de una belleza extraordinaria, mismas que solo podrían provenir de la visión de un cineasta inmerso en una cultura que insiste en cubrirlo todo con fastuosos velos de finas telas. 

En suma, “Los Jardines Colgantes” es una película imperdible para todos los amantes del buen cine, y es una ópera prima que vale la pena ver, analizar y apoyar. Los horarios de “Los Jardines Colgantes” pueden consultarse en la página web de la Cineteca. 

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PABLO BASTIDA

Instagram: @bastidaph