Los Jardines Colgantes: entre lo sutil y la crudeza.

Los Jardines Colgantes (2022) dir. Ahmed Al-Daradji

Como cada año desde 2015, la Cineteca Nacional albergará, del 8 al 21 de septiembre, el ciclo “Talento Emergente”, en el cual se exhiben óperas primas o segundas películas de realizadores debutantes provenientes de diversas latitudes del mundo. Y sin duda, entre las obras que se presentan este año, destaca “Los Jardines Colgantes”, del director iraquí Ahmed Yassin Al-Daradji.

“Los Jardines Colgantes” no es una ópera prima cualquiera; se trata del trabajo de un equipo de jóvenes cineastas criados bajo el régimen de Sadam Hussein, y que han vivido en carne propia los horrores de la invasión estadounidense a Irak. Dicho eso, desde antes de entrar a la sala, ya se puede anticipar lo mucho que tienen para contarnos estos talentosos realizadores, expectativas que no sólo son cumplidas sino superadas. “Los Jardines Colgantes” narra una historia cruda, llena de violencia y erotismo, con una profundidad y sutileza como solamente los poetas persas habían logrado.

Los Jardines Colgantes (2022) dir. Ahmed Al-Daradji

En “Los Jardines Colgantes” seguimos la historia de As’ad, un niño huérfano recolector de basura (lo que en México entenderíamos como un pepenador), inmerso en la hostilidad del desierto, y en un mundo violento y fundamentalista que lo devora todo, incluso los cadáveres. Pese a tener que formar parte de esa vorágine para subsistir, As’ad aún conserva un poco de su inocencia infantil, y se resiste a ser corrompido por quienes lo incitan a capitular su humanidad. Como cualquier niño, siente una gran curiosidad por las mujeres y la sexualidad, y es en esas circunstancias que un día encuentra, entre las montañas de basura que revisa a diario, una muñeca sexual de tamaño natural, hiperrealista, probablemente desechada por los soldados norteamericanos.

Es de llamar la atención que, en este punto, el director libra el obstáculo de la narración vulgar y morbosa, y hace del encuentro de As’ad con la muñeca un contacto inmaculado entre la inocencia y el mundo femenino. Evidentemente, en una sociedad tan fundamentalista como la iraquí, resulta imposible concebir la existencia de una muñeca sexual casi humana y con rasgos occidentales, por lo que As’ad comienza rápidamente a enfrentar adversidades.

Los Jardines Colgantes (2022) dir. Ahmed Al-Daradji

As’ad es un niño astuto y logra conservar su muñeca, sin embargo, la necesidad de subsistir lo orilla a emprender un negocio a costa de ella. En sociedad con uno de sus amigos, va por las calles de su comunidad, en una carreta improvisada, ofreciéndole a otros jóvenes curiosos los servicios sexuales de su muñeca. Esto, sorprendentemente, no deshumaniza a As’ad, quien crea un vínculo con su juguete de apariencia antropomórfica, al cual comienza a ver como su amiga, y a tratar con dignidad.

Al no informar de su emprendimiento a los caciques de la zona, quienes controlan todos los negocios, As’ad comenzará a ser perseguido y amedrentado por la mafia local, hasta terminar en una encrucijada de la que sólo podrá salir vivo a costa de su inocencia.

Esta película tiene un guion excepcional, y tanto la cinematografía como el diseño de producción son sólidos; sin embargo, lo que vuelve a este filme una verdadera revelación es el trabajo de dirección. Las decisiones artísticas en cuanto a narrativa visual, los encuadres y el montaje crean atmósferas con mensajes sutiles, pero poderosos. Pese a que a lo largo de toda la película no vemos en cuadro un solo asesinato ni una sola escena sexual explícita, la película construye una poética sumamente efectiva en transmitirnos los horrores de la postguerra y el fundamentalismo de medio oriente. Este hecho en sí mismo es una gran conquista artística, pues, a diferencia de la literalidad que vemos en mucho del cine occidental, “Los Jardines Colgantes” trasciende en concepto porque crea metáforas de una belleza extraordinaria, mismas que solo podrían provenir de la visión de un cineasta inmerso en una cultura que insiste en cubrirlo todo con fastuosos velos de finas telas. 

En suma, “Los Jardines Colgantes” es una película imperdible para todos los amantes del buen cine, y es una ópera prima que vale la pena ver, analizar y apoyar. Los horarios de “Los Jardines Colgantes” pueden consultarse en la página web de la Cineteca. 

Compra aquí tus boletos https://www.cinetecanacional.net/

PABLO BASTIDA

Instagram: @bastidaph

Oppenheimer​: ¿la mejor película de Christopher Nolan?

Oppenheimer (2023) dir. Christopher Nolan

Pocas veces hemos visto en la historia del cine una expectativa tan grande como la que generó el lanzamiento simultaneo de “Barbie” y “Oppenheimer”. Algo que comenzó como un juego de venganzas entre el director Christopher Nolan y su anterior productora, Warner Bros Pictures, se volvió un fenómeno entre cinéfilos denominado: Barbenheimer. Según se cuenta, Christopher Nolan, en desacuerdo por el poco control que tuvo en la distribución de su película pasada, “Tenet”, decidió emigrar a Universal Studios, algo que Warner no perdonó, y quiso castigar robándole la taquilla a “Oppenheimer”, con el estreno simultáneo de “Barbie”. Sin embargo, nadie hubiera sido capaz de predecir que el mundo del cine convertiría esta rivalidad en una celebración que quedará para la historia. Por supuesto, esto fue aprovechado por los equipos de marketing de todas las empresas involucradas en la distribución de dichas películas, convirtiendo el 20 de julio de 2023 en una especie de Día D para el cine. Y henos aquí, a solo un par de días de esos lanzamientos que nos prometieron como “gloriosos”, para analizar si Barbenheimer fue, en efecto, todo lo que nos contaron, o si solo fue, como diría el refranero mexicano: pura llamarada de petate. En este análisis trataré de esclarecer esa cuestión, limitándome a la parte que corresponde a “Oppenheimer”.

L to R: Cillian Murphy (as J. Robert Oppenheimer) and writer, director, and producer Christopher Nolan on the set of OPPENHEIMER.

De entrada, la expectativa que generó esta película es absolutamente entendible; tanto que, aún sin la ayuda del fenómeno Barbenheimer, habría sido muy esperada. Esto se debe, principalmente, a dos razones: 1) Christopher Nolan es, sin duda, uno de los mejores cineastas de nuestra época, y 2) Robert Oppenheimer es, quizás, el científico más influyente en la historia de la civilización. Lo primero, pocos lo cuestionarían, pero lo segundo requiere una mayor explicación. Dicho de forma simple, pese a que Oppenheimer no fue un físico tan prodigioso como lo fue Newton o Einstein, sí fue el científico que ha estado más cerca de acabar con toda la humanidad. La creación de la primera bomba atómica es claramente el inicio de una nueva era geopolítica, y la consolidación de los Estados Unidos como los emperadores del trono del miedo. Es sabido que “Star Wars”, con su estrella de la muerte, intenta hacer una metáfora de ello. Dicho esto, el interés de Christopher Nolan en rodar un filme sobre este sombrío personaje es algo que no habría podido pasar desapercibido.

Mucho se dijo en redes que este sería el mejor y más maduro trabajo de Christopher Nolan. Sin embargo, desde los trailers que se iban liberando a medida que se acercaba la fecha de estreno, se dejaba entrever que el enfoque que tenía esta película era un tanto condescendiente con la figura de Oppenheimer. Y así lo fue. Un personaje tan sombrío que poco tiene que ver con Prometeo, y cuyo arrepentimiento se antoja irrisorio, se retrata como un héroe trágico al más puro estilo del teatro griego. El Oppenheimer de Nolan es una calca de lo que este cineasta nos mostró en “Batman: el caballero de la noche”; un hombre que intentó enfrentar al mal con nuevos poderes, y terminó lleno de remordimientos, traicionado y perseguido por la clase política. Esta interpretación es, hasta cierto punto, entendible, pues “Oppenheimer” no deja de ser una visión británica basada en un libro norteamericano (“American Prometheus: The Triumph and Tragedy of J. Robert Oppenheimer” por Kai Bird y Martin J. Sherwin). Pero, aun haciendo un lado de esto, la película falla en una cuestión más fundamental: el guion.

L to R: Tom Conti is Albert Einstein and Cillian Murphy is J. Robert Oppenheimer in OPPENHEIMER, written, produced, and directed by Christopher Nolan.

El guion de “Oppenheimer” es accidentado. Lo cual es de extrañarse, pues Nolan nos tiene acostumbrados a excelentes guiones. Se percibe que el director no es experto en el tema, y se vio rebasado por la gran cantidad de información y datos históricos que engloban el proyecto Manhattan. Nolan pierde el foco de la historia constantemente, se percibe la desesperación de no saber a qué aspecto de la vida de Oppenheimer ponerle más atención: a su drama personal, a su drama profesional o a su drama histórico. La película coquetea todo el tiempo con estos tres temas, sin enfocarse plenamente en ninguno. Además, es innecesariamente larga; este filme podría ser de menor duración si se omitieran escenas que nada aportan a la trama, y parecen, más bien, un capricho del director para adornar la narración con easter eggs históricos. Por ejemplo, las apariciones de Gödel y Feynman me parecieron, en lo personal, encantadoras (pues admiro el trabajo de ambos), pero reconozco que nada aportan a la historia, y una persona fuera del nicho de la ciencia difícilmente las apreciaría.

Las escenas de la juventud de Oppenheimer también se antojan muy fuera de lugar. Son de ritmo rápido, tanto que no se alcanza a asimilar su trascendencia, y están llenas de referencias que solo un físico podría poner en contexto. Lo mismo pasa con las escenas que corresponden a la elaboración de la bomba atómica, en Los Alamos; son también muy rápidas y carecen de fuerzas antagonistas que introduzcan tensión e incertidumbre en la narración del desarrollo de la bomba. Ambas secciones se sienten, más bien, de corte documental. Las únicas escenas que son conducidas de forma adecuada son aquellas que corresponden a las audiencias posteriores al proyecto Manhattan. Es aquí donde sí vemos el poder narrativo de Christopher Nolan, acompañado de la extraordinaria decisión de intercalar el monocromo con el color. Aunque, también ha de decirse, que estas escenas requieren mucho contexto histórico, pues están sumamente cargadas de acrónimos y eventos que no se introducen en la narración.

Cillian Murphy as J. Robert Oppenheimer in OPPENHEIMER, written and directed by Christopher Nolan

A nivel de guion, lo que se lleva las palmas, sin duda, es la construcción del personaje de Albert Einstein, el cual, pese a tener breves y contadas apariciones, funciona como una especie de “Pepe grillo”, o consciencia perdida, de un confundido Oppenheimer. Son las palabras de Einstein las que, en realidad, son el eje de toda la trama. Cabe aclarar que, esta interpretación de Einstein también es bastante condescendiente con el Einstein histórico. Los diálogos de Oppenheimer con el presidente Truman, aunque breves, son igualmente destacables, y representan muy bien la frivolidad norteamericana que muy tímidamente se sugiere en el resto de la película.

La cinematografía y el diseño de producción de esta película son, como era de esperarse, sólidos. El haber recreado con éxito toda la instalación de Los Alamos es simplemente impresionante. Sin embargo, “Oppenheimer” no tiene la belleza visual de “Interestelar” o “Inception” como para ameritar el formato IMAX. La insistencia de Nolan por rodar (y presenciar) esta película en dicho formato es más bien un capricho megalómano. Hay que recordar que en el cine, y en el arte en general, la poética de los materiales debe estar subordinada a la trama, y no al revés. El formato de audiencias públicas y los constantes primeros planos en “Oppenheimer” hacen que la experiencia IMAX sea subexplotada e innecesaria para la narración (a menos que sea de vital importancia que observemos los poros en la piel de Cillian Murphy…). Los grandes maestros saben que el cine no es el arte de las imágenes bellas, sino de las imágenes necesarias.

OPPENHEIMER, written and directed by Christopher Nolan

“Oppenheimer” cuenta con un cast fuera de serie, y actuaciones que no decepcionan.  Concuerdo con el resto de los críticos en que Robert Downey Jr nos regala la mejor actuación de su vida en esta película, sin que esto sea gran halago para el actor, ya que la vara nunca estuvo demasiado alta. En “Oppenheimer” vemos a Robert Downey interpretar a Lewis Strauss, un exmilitar y controversial político que, de hecho, es el único que nos da pistas sobre la verdadera personalidad de Oppenheimer, en un interesante soliloquio que pronuncia cerca del final de la película.     

Muy probablemente Oppenheimer (y Barbie) arrasará con los premios Oscar, pues ya todos sabemos que la Academia se alinea a agendas dadas. Sin embargo, si hay algo en lo que esta película se merece, genuinamente, el Oscar, es en sonido. El diseño sonoro es muy creativo, y contribuye a crear atmósferas de tensión que le aportan muchísimo a la historia. Además, es encantador cómo se usa el sonido de detectores Geiger para adornar algunas escenas y acciones. Otro logro destacable de este filme es evita caer en el sensacionalismo de recrear explosiones nucleares en toda su repugnante magnitud. En “Oppenheimer” solo presenciaremos la prueba Trinity, y de una forma muy moderada. Además, las escenas donde se muestran festejos de las detonaciones, tanto de Trinity como de Little Boy, son también dirigidas con moderación, y se atreven a ilustrar la banalidad norteamericana omisa en el resto del filme.

En resumen “Oppenheimer” es una película con aciertos y errores, que vale la pena ver, sin duda, pero que no es ni de cerca el mejor trabajo de Christopher Nolan. Tampoco está a la altura del circo mediático del que ha sido objeto. Lejos de percibirse madurez, pareciera que Nolan olvidó que, en ocasiones, menos es más. Oppenheimer parece, más bien, un collage de todos sus trabajos anteriores, y de una serie de eventos históricos disconexos. Más que a Prometeo, esta película nos recuerda al monstruo de Frankeinstein, y nos demuestra que la unidad en una historia no puede fraguarse simplemente haciendo embonar todas sus partes. Dicho todo esto, al final, supongo que Barbenheimer es un fenómeno que lo único que refleja es lo hambrienta que está nuestra sociedad por consumir, idolatrar y darle sentido a un mundo conformista que, precisamente, Oppenheimer contribuyó a construir. 

OPPENHEIMER, written and directed by Christopher Nolan

PABLO BASTIDA

Instagram: @bastidaph

Blanquita

Una forma valiente de hacer cine

Blanquita (2023) dir. Fernando Guzzoni

El pasado 6 de julio, la Cineteca Nacional fue sede de la función y conferencia de prensa de «Blanquita», la más reciente película del director Fernando Guzzoni, una coproducción entre Netflix, Chile, Francia, Luxemburgo y México.  Acompañado del productor Pablo Zimbrón Alva, y del periodista de cine Arturo Magaña Arce, Guzzoni expuso los aspectos más destacados y desafiantes de esta obra, ganadora del premio al Mejor Guion en el Festival Internacional de Cine de Venecia 2022 y seleccionada por Chile para contender como mejor película extranjera en los premios Oscar.

Basada en hechos reales, «Blanquita» nos sumerge en la historia de Blanca, una joven de 18 años que vive en un albergue para menores que han sido víctimas de abuso, dirigido por el sacerdote Manuel. Cuando Manuel decide denunciar una red de trata que involucra a importantes empresarios y políticos ex-pinochetistas, se destapa un escándalo del que Blanca se vuelve la principal protagonista. Pese a que el caso va evolucionando a favor de las víctimas, un repentino cambio de Fiscal hará que el testimonio de Blanquita empiece a tambalearse.

Blanquita (2023) dir. Fernando Guzzoni

En pocas palabras, y sin spoilers, «Blanquita» explora el conflicto derivado de una ética difusa. En esta película se desafía el compromiso que, por convención, tenemos con la verdad (imperativo categórico), y se considera la posibilidad de que una mentira, en determinadas circunstancias, pueda convertirse en un instrumento de justicia (utilitarismo). Además, la relación de Blanca con el sacerdote Manuel plantea preguntas sobre los excesos a los que se puede llegar cuando se busca la justicia sin freno y hasta por vanidad.

Con un guion sólido, una cinematografía impecable y la cuidadosa dirección de Guzzoni, «Blanquita» es, sin duda, una película imperdible y una alternativa al cine de consumo que veremos desfilar este verano. Pese a que trata temas complejos que podrían llegar a ser fuertes para algunos espectadores, el director no cede a la comodidad de los lugares comunes en este tipo de filmes; por ejemplo, el uso injustificado de violencia gráfica. En términos narrativos, el trato que se le da a las víctimas es muy cuidadoso, pues tampoco cae en la revictimización.

Lejos de lo estrictamente cinematográfico, este trabajo tiene una cualidad destacable: es una película honesta. Es de admirarse la autenticidad con la que Guzzoni construye a sus personajes, renunciando a la complacencia y al maniqueísmo, dándoles dimensión a través de sus humanas contradicciones. Esto, aunque parezca la norma, es de hecho cada vez más raro, gracias a la cultura de la cancelación. Gran parte del cine de denuncia actual es vulgarmente panfletario y carente de autocrítica. Por eso, se agradecen profundamente visiones valientes, como la de Guzzoni.

Blanquita (2023) dir. Fernando Guzzoni

En conferencia de prensa, uno de los asistentes le preguntó a Guzzoni si no consideraba que su película le daba un mensaje incorrecto y desalentador a las víctimas de abuso que buscan la impartición de justicia, a lo que el director respondió (con otras palabras, que me permito parafrasear) que dar mensajes moralizantes no es la responsabilidad de un cineasta, sino retratar la realidad con toda su crudeza y complejidad. Y eso, lectores, es la forma correcta de hacer cine.

Blanquita se estrenará el próximo 13 de Julio en las salas de todo el país, y, por supuesto, en la Cineteca Nacional.    

ESTRENO 13 DE JULIO

PABLO BASTIDA

Instagram: @bastidaph

Post Mortem: Fotos del Más Allá

Post Mortem: Fotos del Más Allá (2021) dir. Péter Bergendy

«Post Mortem: Fotos del Más Allá» es una película de terror sobrenatural dirigida por Peter Bergendy y producida en Hungría en el año 2020. Destaca el hecho de que esta película fue seleccionada como la entrada húngara para competir en la categoría de Mejor Largometraje Internacional en los 94 Premios Óscar. La trama se desarrolla durante el final de la Primera Guerra Mundial y sigue la historia del soldado alemán Tomás, quien es dado por muerto en el campo de batalla, pero regresa a la vida tras de experimentar una visión de una niña (Anna). Después de la gran guerra, Thomás se une a una feria itinerante, en la que se desempeña como fotógrafo post-mortem. Entre sus viajes, Tomás se reencuentra con Anna, esta vez cara a cara, quién le pide ir a fotografiar a los difuntos de su pueblo, una pequeña comunidad húngara afectada por una pandemia y plagada de fantasmas, con el fin de que estos puedan alcanzar la paz.

El diseño de producción de este filme es notable, ya que logra recrear de manera efectiva la atmósfera de los pueblos húngaros afectados por la guerra, transmitiendo una sensación de tierra estéril, olvidada, puritana y en constante duelo. De hecho, la película en sí misma podría entenderse como una metáfora del sufrimiento de los pueblos húngaros a lo largo de la historia europea. Los esfuerzos del departamento de foto, arte y vestuario se reflejan en la creación de este entorno. Además, el maquillaje también es algo destacable en este trabajo, especialmente cuando se utiliza para dar un aspecto macabro a los cadáveres fotografiados por Tomás. Los efectos especiales, por otro lado, son modestos, pero cumplen en no dar una sensación de falsedad.

Post Mortem: Fotos del Más Allá (2021) dir. Péter Bergendy

A pesar de todo lo anterior, la historia en sí no ofrece nada fuera de lo común y recurre a los lugares comunes del cine de terror. Esto sin contar que la trama avanza a través de una serie de acontecimientos predecibles y convenientes, sin ofrecer grandes momentos de suspenso o giros inesperados. La idea de utilizar la fotografía analógica como eje narrativo prometía mucho, pero desafortunadamente se abandona rápidamente en favor de mostrar espectros sin dejar espacio para la sugerencia. Cabe mencionar que esta película presenta ciertos elementos que evocan por momentos a «Sleepy Hollow» de Tim Burton.

En resumen, «Post Mortem: Fotos del Más Allá» es una película en la que se nota el esfuerzo del equipo de producción y es técnicamente sólida. Sin embargo, presenta deficiencias en el guion al contar una historia lineal y predecible, y no logra generar situaciones de suspenso efectivas. Aunque este filme no logra convencer en su totalidad, es importante reconocer y apoyar este tipo de esfuerzos cinematográficos, pues son una valiosa alternativa a la hegemonía del cine de terror estadounidense, el cual a menudo carece de calidad, pero es consumido masivamente debido a estrategias de marketing y a su posición de monopolio en la industria.

«Post Mortem: Fotos del Más Allá» s actualmente está disponible en cines mexicanos.

PABLO BASTIDA

Instagram: @bastidaph

«Katrinas»

Una propuesta onírico-feminista

La noche del 15 de junio, entre asistentes ataviados de riguroso color negro, el Centro Cultural Bella Época fue sede de un vibrante estreno que demostró una vez más la frescura del cine joven de nuestro país. El cortometraje «Katrinas” se presentó ante un entusiasta público, mayoritariamente compuesto por familiares, amigos y ex profesores de los cineastas, cuyas felicitaciones y elogios iluminaron la velada.

Foto: Pablo Bastida

La trama del cortometraje sigue la travesía de una joven que, atrapada en un mundo de ensueño y acosada por espectros, se ve sumida en una serie de flashbacks. A medida que la historia avanza, la protagonista adquiere conciencia de cómo llegó a ese mundo y se le revela su nuevo destino y misión.

El evento fue caldeado por una interesante sesión de preguntas y respuestas con los realizadores, donde se alabó el crecimiento y la evolución de estos jóvenes cineastas, y se reconoció el aporte de este cortometraje en la lucha de las mujeres por la igualdad.

https://www.facebook.com/katrinasshortfilm/videos/549986373196344

PABLO BASTIDA

Instagram: @bastidaph

Blondi: un roadtrip de sencillez encantadora

Sobre ruedas, envuelta en humo de porro y al ritmo de Sunday Morning llega a las salas “Blondi”, un roadtrip sencillo y honesto que te conmoverá.

Blondi (2023) Dir. Dolores Fonzi.

“Blondi” está protagonizada, dirigida y coescrita por la talentosa y multifacética Dolores Fonzi, conocida en nuestro país por ser la mente detrás de la serie “Soy tu fan”, adaptación de la serie argentina homónima y también protagonizada por Fonzi; así que, si eres de los que se desvelaba todos los jueves viendo el Canal Once, ya te puedes dar una idea del estilo narrativo que maneja “Blondi”. Cabe destacar que, además de que “Blondi” es uno de esos curiosos casos en donde una misma persona está al frente y detrás de las cámaras, también es la ópera prima de Dolores, lo cual hace de este filme un relato sumamente interesante y personal.

A grandes rasgos, y sin spoilers, este filme nos transporta a la vida de Blondi, una madre joven, soltera y bastante liberal con un gran apego por su único hijo, quien es un talentoso dibujante en los años de adultez temprana. Blondi tiene una hermana opuesta en personalidad; es decir, una conservadora y recatada mujer de familia que, tras una crisis de la mediana edad, decide escapar de su casa sin avisarle a nadie, abandonando así a su esposo y a sus hijos. Será tarea de Blondi emprender un viaje en auto acompañada de su hijo para hacer regresar a su hermana fugada. Sin embargo, lo que pareciera ser una simple operación de rescate se volverá una coyuntura en la vida de Blondi, ya que se verá forzada a replantear la relación con su hermana y con su hijo.        

Pese a ser una comedia, “Blondi” es una película de corte tan personal que termina por transmitirnos mucho sobre la perspectiva de la directora en temas tan íntimos como la maternidad, la soledad, la sororidad y las edades de la vida. Si bien es cierto que se trata de una historia rosa, sencilla y llena de clichés narrativos (tanto en guion como en lenguaje cinematográfico), esta película es muy honesta, entretenida y está muy bien lograda. “Blondi” no pretende ni aspira a ser profunda, lo cual, lejos de demeritarla, es algo que se agradece… ¿cuántas veces no hemos visto a un director fracasar por aspirar a la profundidad en un tema que no entiende (y que cree que entiende)? Después de haber sido testigos de roadtrips tan mediocres y pretenciosos como “Y tu mamá también”, lo que podemos encontrar en “Blondi” no es más que una encantadora sencillez.  

Blondi (2023) Dir. Dolores Fonzi.

Solo hay dos cosas que se le pueden reprochar a esta película. La primera es que invierte demasiado tiempo planteando la situación e introduciendo a los personajes. Para cuando comienza el viaje de Blondi, la película ya va bastante avanzada. No obstante, en suma, este desliz del guion no tiene un impacto tan negativo en la paciencia del espectador, ya que la película es de ritmo rápido y bastante ligera. La segunda es un poco más relevante, y tiene que ver con la verosimilitud de la historia. La relación entre Blondi y su hijo es tan cordial, liberal y amistosa que se siente ficticia. Blodie es una madre sin ningún tipo de criterio para poner límites, y aun así educó un hijo tranquilo con un comportamiento relativamente aceptable. Además, se nos retrata a Blondi como una fumadora empedernida de marihuana, sin que esto tenga impacto en sus relaciones familiares, sociales o laborales. Tal vez a Fonzi le hizo falta convivir un poco más con adolescentes, con madres de adolescentes y con consumidores de marihuana antes de escribir el guion. Pero, bueno… ¡es una comedia!

Un bonus que tiene esta película es su banda sonora. Si eres fanático del rock clásico, encontrarás muy afortunadas las intervenciones de Velvet Underground en momentos clave de la historia. El buen uso de los recursos sonoros en este filme nos hace sentir que Blondi es una verdadera diva del rock transportada a la actualidad desde la década de los 60’s.

En resumen, “Blondi” es una película bien hecha y filmada con el corazón. Es encantadora sin llegar a ser excepcional. Si se quiere ver así, es una de esas historias hechas para divertirse, conmoverse y pasar un buen rato en el cine, pero sin sentir que tu inteligencia está siendo insultada. Lo que sí es excepcional en “Blondi”, y no puedo omitir mencionar, es la actuación de Dolores Fonzi; se siente a Dolores muy natural y cómoda con este personaje.

Sin duda Blondie es una película que te recomiendo ver. Ya está disponible en cines y próximamente estará en la plataforma de streaming de Amazon.  

PABLO BASTIDA

Instagram: @bastidaph

Dos Estaciones

DOS ESTACIONES | Juan Pablo González | México – Francia – Estados Unidos | 2022 | 99 min.

Representando a México en la 73 Muestra Internacional, se proyectará, del 30 de marzo al 4 de abril, en la Cineteca Nacional, la película Dos Estaciones, del director Juan Pablo González. Dos Estaciones es el primer largometraje de ficción de este director, y ha sido galardonado en los festivales de cine de Sundance y el de Morelia.

Esta película nos introduce al mundo de María García, una mujer mexicana de edad adulta que ha heredado y dirige, por sí misma, una fábrica mediana de Tequila en los altos de Jalisco. Durante el metraje, veremos cómo María encuentra grandes dificultades para mantener a flote el legado familiar. A pesar de la ayuda de Rafaela, una mujer joven y entusiasta que se integra a su equipo y se vuelve su mano derecha, María irá presenciando cómo su tequilera va decayendo a causa de inmisericordes desastres naturales y la competencia desigual con empresas extranjeras. Al final, todo esto la orillará a tener que tomar una decisión: persistir en una misión perdida o vender su fábrica a aquellos que considera invasores.

DOS ESTACIONES | Juan Pablo González | México – Francia – Estados Unidos | 2022 | 99 min.

El estilo de narración en Dos Estaciones se llega a sentir, por momentos, de corte documental; lo cual no es necesariamente un desacierto, pero sí nos habla del género en el que se siente más cómodo y en el que se ha desenvuelto más el director. Esta película es de ritmo lento, por lo que puede llegar a parecerle monótona a algunos espectadores, sin embargo, una de sus grandes virtudes son los recursos visuales con los que construye las atmósferas. Los planos panorámicos de los altos de Jalisco, y sus cultivos de agave, son hermosos. Además, la forma en la que la cámara va siguiendo a María, en sus constantes deambulaciones, usando planos de tipo over shoulder, se siente muy bien lograda. También es destacable la forma elegante y sutil en la que se sugieren situaciones de tensión sexual entre los personajes.     

DOS ESTACIONES | Juan Pablo González | México – Francia – Estados Unidos | 2022 | 99 min.

En cuanto a guion, considero que Dos Estaciones es una película que no termina de definir su tema principal. La historia pretende centrarse en la lucha de María por aferrarse al legado familiar; sin embargo, se desvía constantemente al drama personal de María: su soledad y su ambigua relación con Rafaela. La construcción del personaje de María es tal vez lo más destacable del guion; María personifica aquello que no es convencional: desempeña roles tradicionalmente masculinos, no es hegemónicamente bella y se nos sugiere que es una persona sexo-disidente. Por ello, el personaje de María funciona para sostener una premisa muy relevante en la actualidad: nuestra sociedad es hostil con todo aquello que es diferente, y lo destruye.        

En general, Dos Estaciones es una película que vale la pena ver, sin ser destacable, y nos sugiere potencial de crecimiento de su director.

PABLO BASTIDA

Instagram: @bastidaph

¡Llegó la 73 Muestra Internacional de Cine!

El pasado martes 21 de marzo comenzó la primavera, y trajo consigo una muy agradable noticia: la Cineteca Nacional está lista para arrancar con la 73-ava edición de su famosa Muestra Internacional de Cine. En conferencia de prensa, el director general de la Cineteca, Alejandro Pelayo Rangel, y el director de difusión y programación, Nelson Carro, presentaron la lista de películas que se proyectarán, del 30 de marzo al 14 de abril, como parte de la muestra.

La Muestra Internacional de Cine se realiza, regularmente, dos veces al año, en la Cineteca Nacional, desde 1971, y su misión es difundir lo más destacado del cine de actualidad a nivel internacional. Nelson Pelayo destacó que, para la selección de este año, los filmes abordan los temas de la guerra y la migración.

En total se proyectarán 14 películas, que han sido estrenadas desde 2020 hasta 2022; a excepción de La doble vida de Verónica, de Krzysztof Kieslowski, estrenada en 1991, y que sin duda es una de las mayores obras del cine internacional (¡no se la pueden perder!). También se destaca en la programación la proyección de Laila en Haifa, del director Israelí Amos Gitai, recientemente homenajeado y galardonado por la Cineteca Nacional. Representando a México, se proyectará Dos estaciones, primera película de ficción del director Juan Pablo González. La lista completa de las películas seleccionadas para esta edición de la muestra es la siguiente:  

  • Araña sagrada (Holy Spider), Dir.: Ali Abbasi, Dinamarca-Alemania-Suecia-Francia, 2022, Dur.: 117 mins.
  • Dos estaciones, Dir.: Juan Pablo González, México-Francia-Estados Unidos, 2022, Dur.: 99 mins.
  • El amor según Dalva (Dalva), Dir.: Emmanuelle Nicot, Francia-Bélgica, 2022, Dur.: 83 mins.
  • Enferma de mí (Syk pike), Dir.: Kristoffer Borgli, Noruega-Suecia, 2022, Dur.: 97 mins.
  • Godland (Vanskabte Land), Dir.: Hlynur Pálmason, Dinamarca-Islandia-Francia-Suecia, 2022, Dur.: 143 mins.
  • Klondike (Klondike), Dir.: Maryna Er Gorbach, Ucrania-Turquía, 2022, Dur.: 100 mins.
  • La doble vida de Verónica (La Double Vie de Véronique), Dir.: Krzysztof Kieslowski, Francia-Polonia-Noruega., 1991, Dur.: 97 mins.
  • La última función de cine (Chhello Show), Dir.: Pan Nalin, India-Francia-Estados Unidos, 2021, Dur.: 110 mins.
  • Laila en Haifa (Laila in Haifa), Dir.: Amos Gitai, Francia-Israel, 2020, Dur.: 99 mins.
  • Sobre las nubes, Dir.: María Aparicio, Argentina, 2022, Dur.: 143 mins.
  • Sparta, Dir.: Ulrich Seidl, Austria-Alemania-Francia, 2022, Dur.: 101 mins.
  • Un ciudadano honesto (Ezrah Mudag), Dir.: Idan Haguel, Israel, 2022, Dur.: 82 mins.
  • Una película sobre la vida (Feature Film About Life), Dir.: Dovile Sarutyte, Lituania- Estados Unidos, 2021, Dur.: 100 mins.
  • Vicenta B, Dir.: Carlos Lechuga, Cuba-Francia-Estados Unidos-Colombia-Noruega, 2022, Dur.: 77 mins

Los horarios de proyección y las respectivas sinopsis se pueden consultar en la página web de la Cineteca Nacional. Para aquellos interesados en toda la muestra, se puede adquirir un abono, a precio especial, directamente en la taquilla.  

PABLO BASTIDA

Instagram: @bastidaph

¡Que viva México! (y su clasismo…)

El pasado martes 14 de marzo, en la Plaza Oasis Coyoacán (CDMX) tuvo a bien (o no) presentarse la más reciente entrega de Luis Estrada: ¡Que viva México! La lluvia, que se desató de manera imprevista, no desanimó a nadie; desde las 3 de la tarde, un considerable número de reporteros se amontonaban alrededor de la alfombra roja, decididos de obtener la nota, y arrancarle unas cuantas palabras a Poncho (Herrera), Ana (de la Reguera), Damián (Alcázar), Joaquín (Cosío), y, por supuesto, al aclamado Luis Estrada. Y, ¿cómo no?, si en los últimos años, Luis se ha consagrado como un símbolo de la crítica a la clase política mexicana desde la trinchera del séptimo arte. A Luis puede reconocérsele (honor a quien honor merece) el haber sido uno de los escasos cineastas mexicanos con la valentía de rodar ingeniosas sátiras que retratan, de pies a cabeza, los peores vicios del ejercicio del poder en México. Con títulos como La Ley de Herodes, El infierno y La Dictadura Perfecta, Luis Estrada ha logrado cuestionar e incomodar tanto al Priismo como al Panismo. Y es así, con esos antecedentes, que el director se planteó una nueva cruzada: criticar al poder en turno. Esta nueva aventura se antoja, por lo menos, compleja, ya que, sin caer en el proselitismo político, y adhiriéndome a los análisis políticos más objetivos, es innegable que este gobierno es, en muchas cosas, distinto a los anteriores, nos guste o no, para bien o para mal. Luego, surge una pregunta natural: ¿está Luis Estrada a la altura de las necesidades de esta nueva realidad política? En la modesta opinión de este cinéfilo, la respuesta es: no.

«El fallo se encuentra, justamente, en no lograr lo que ha caracterizado a Luis durante toda su carrera: la adecuada construcción de una ficción que refleje nuestra realidad política»   

En términos estrictamente cinematográficos, ¡Que viva México! es un filme que cumple, holgadamente, con los estándares mínimos de calidad. Es decir, el trabajo de cinematografía, arte, sonido, montaje, etc., es, si no destacable, al menos bastante bien cuidado. La película está salpimentada con referencias visuales muy afortunadas a otros filmes de culto, por ejemplo, París, Texas o El Lugar Sin Límites, lo cual la hace muy agradable al ojo en momentos clave. La plantilla de actores, y la dirección de estos es, sin duda, una de las mayores virtudes de esta película; entre los más destacables están, por supuesto, los papeles protagonizados por Damián y Joaquín. Pero, entonces, dados todos los ingredientes necesarios para hornear una película memorable, ¿qué es lo que falla en esta producción? En mi opinión, el fallo se encuentra, justamente, en no lograr lo que ha caracterizado a Luis durante toda su carrera: la adecuada construcción de una ficción que refleje nuestra realidad política.       

Foto: Pablo Bastida. Oculus Todo El Cine

Quienes conocen el trabajo de Luis Estrada saben que su estilo es muy peculiar: a través de la construcción de microhistorias y personajes arquetípicos, establece narrativas que pretenden imitar, en pequeño, la realidad política del país. El problema es que, en esta producción, la ficción que se construye poco tiene que ver con la vida política y, más bien, parece una comedia banalizada sobre las clases populares del México menos urbanizado. Baste decir que la primera referencia (entre las muy contadas) que se hace al presidente Andrés Manuel López Obrador sucede hasta muy entrada la película, aproximadamente después de hora y media de metraje. Antes de esta aparición, el eje que domina el ritmo de la película es la de ridiculización de la pobreza; “los pobres son sucios”, “los pobres son promiscuos”, “los pobres son perezosos”, “los pobres no son solidarios”, “los pobres quieren dádivas”, “los pobres van a llevarte a la ruina”, y un largo etcétera, son subtextos que se pueden leer repetidamente, todo con un objetivo propagandístico bastante claro: convencer al espectador de que ese “pueblo bueno”, del que tanto habla Andrés Manuel, de hecho no es tan bueno, y por tanto, debemos desconfiar de la democracia y de los programas sociales. Y sí, debe reconocerse que, también, se hacen algunas burlas a los estereotipos que corresponden a las clases medias, pero se sienten inocentes, tibias y muy condescendientes.

En esta película se confronta la meritocracia con la pobreza, lo cual, por sí mismo, sería un terreno muy fértil para desarrollar una sátira. El problema es que Luis se adhiere a una visión de la realidad social completamente alterada. Defiende el mérito, antagoniza la pobreza, y banaliza la polarización tan preocupante que se vive en el México actual. ¡Que viva México! se conforma con retratar a las clases populares como resentidas y vengativas con los (¡pobrecitos!) fifís, y esto se consolida y se resume muy bien en una frase, dicha por el patriarca, que bien podría representar toda la película: “tu fracaso es nuestra felicidad”. No voy a negar, a pesar de todo, que algunas cosas de las que se mofa este filme son, en términos muy superficiales, “ciertas” (lo sé de primera fuente, al pertenecer a las clases populares); sin embargo, lo que Luis no termina de entender es el imperativo ético de utilizar la sátira de forma responsable, para incomodar al poder y cuestionar el privilegio, y no para invisibilizar la precariedad, y volver el blanco de las burlas a un sector que, históricamente, ya ha sido muy agraviado. Dicho esto, estoy convencido de que esta película, tal como fue planteada, era completamente innecesaria.   

Foto: Pablo Bastida. Oculus Todo El Cine

Creo muy relevante aclararle al lector que, con todo esto, no pretendo hacer una defensa del Obradorismo. La cuarta transformación, como es llamada, tiene tantos errores como aciertos, y criticarla libremente no solo es un indicador de salud política, sino una actividad ineludible. El problema es que Luis Estrada no toca, ni por encima, los temas más relevantes y polémicos de la actual administración. Prefiere encasillarse en una lucha ficticia entre nacos y fifís que, además de ser profundamente clasista, y enervar la polarización, ni siquiera es de un humor ingenioso. A ratos, hasta nos recuerda filmes tan poco afortunados como Mirreyes vs Godínez, y llega a caer en la tentación de recurrir a chistes escatológicos, que son los más trillados y fáciles de todos. Ya ni decir que es un película innecesariamente larga.

Pero todo esto no debería de extrañarnos, es un resultado natural cuando se retrata sin pudor ni autocensura una realidad que no se conoce. Al igual que Michel Franco, o incluso Octavio Paz, Luis Estrada nos quiere hablar de un grupo social al cual no pertenece, y cuyas problemáticas observa desde el pedestal del privilegio. Yo creo que esta entrega nos indica que el estilo de Luis Estrada envejeció muy mal, no está a la altura de la modernidad, y nos deja una gran lección: el cine tiene que empezar a democratizarse; es decir, tiene que dejar de ser acaparado por los mismos sectores de siempre, y darle lugar a visiones diversas, auténticas, y sobre todo, con conciencia de clase.  

¡Que Viva México! se estrena este 23 de marzo exclusivamente en cines.

PABLO BASTIDA

Instagram: @bastidaph