VIDAS PASADAS

La época de la entregas a lo mejor del cine está a punto de ver su fin este próximo 10 de marzo con los premios Oscar. Dicho galardón es muy esperado por reconocer lo sobresaliente del séptimo arte a lo largo de un año, sin embargo, la categoría de mejor película es bien sabido que es el premio más esperado de toda la noche. Este año están compitiendo 10 grandes filmes para la presea para mejor película, que son: Oppenheimer, Barbie, Los que se queda, Los asesinos de la luna, Zona de interés, Anatomía de una caída, Pobres criaturas, American fiction, Maestro y Vidas pasadas.

Hablemos sobre la cinta de Vidas Pasadas. La historia parece estar divida en tres épocas, estas mismas podrían ser vistas como una obra en tres actos. El filme gira entorno a 2 personas; Nora y Hae Sung, quienes al inicio de la película se ven platicando en un bar, acompañados de Arthur (el esposo de Nora). La conversación es observada desde lejos por un personaje no visible quien está tratando de definir qué relación tienen estos tres.

Primer acto. La historia nos transportará 24 años atrás a la infancia de Nora y Hae Sung. Siendo tan solo dos niños de 12 años ellos tiene una amistad estrecha y aparentemente inseparable, no obstante, esto tendrá un giro cuando la familia de Nora tome la decisión de mudarse a Canadá; distanciado está amistad.

Según acto. La cinta nos pondrá 12 años más adelante, Nora vive en Nueva York y está buscando ser una escritora, por lo que competir para una residencia de escritores es su único sueño, sin embargo, la vida tiene una nueva sorpresa para élla, ya que se reencontrará con su amigo de la infancia Hae Sung a través de Facebook. Este reencuentro vía digital les permite reconocerse, no obstante, Nora no puede permitirse seguir en esta «distracción» y decide poner distancia con Ha Sung para enfocarse en su carrera.

Tercer y último acto. Después de 24 años y  llegando por fin al inicio de la película. Nora y Hae Sung están a punto de reencontrarse por primera vez  en persona en la ciudad de Nueva York, no obstante, muchas cosas han cambiado; Nora se encuentra casada con Arthur, su compañero con quien compartió la residencia; así que la llegada de Hae Sung es un torbellino de emociones para todos. Nora sabe que el ver a su antiguo amigo removerá muchas emociones en élla, Arthur siente recelos por la llegada de este extraño que no solo fue gran amigo de su esposa, sino que también el único que puede hablar su idioma, y por último Hae Sung sabe que este es el final de una serie de intentos por querer sincerarse con su amiga de la infancia, su primer y único amor.

No cabe duda que el tema principal de esta cinta es el amor, pero no cualquier amor, si no ese aquel que nunca se culminó, ese que nunca se dio por más que se intentó y dejó un sabor agridulce en su vida llena de recuerdos y nostalgias que no se concretaron.

Celine Song debuta de manera espectacular con esta gran opera prima y con un guión profundamente emotivo. Para nuestra directora coreano-canadiense, esta historia es más que solo una ficción, y es que Celine ya declarado que al igual que Nora ella tuvo una situación muy similar al reencontrarse con un amigo de Corea,  ella al verse observada en un bar mientras traducía a su esposo y su amigo pudo notar que la gente trataba de encontrar la relación entre ellos 3; dando de esta manera la idea para la premisa perfecta de vidas pasadas.

Celine antes de debutar en el mundo del séptimo arte, pasó por el escenario y las actuaciones en vivo, así que al estudiar dramaturgia pudo encontrar su pasión por el hecho de contar historias. Durante la pandemia y ayudada por el mundo digital que nacía en esa entonces,  Celine montó la obra “La gaviota” de Anton Chejov; esta misma se logró bajo la tecnología del videojuego “Sims”. Si no conoces el teatro Chejov debes darte la oportunidad de conocerlo, y es que el realismo como lo  propone este ruso es el pilar de Vidas Pasadas. El realismo busca mostrar con silencios y gestos todo lo que la boca calla, un recurso muy notorio en la cinta de Song. Esos silencios que comparten Nora y Hae Sung son la clave perfecta para entender lo que ellos no se atreven a decir.

Hablando sobre el realismo, y no precisamente de la corriente artística. No cabe duda que la directora quiso que sus tres personajes fueran tan sinceros y reales a la hora de la interpretación, que para lograr esa sensación de distanciamiento, Celine ensayo la lectura de guión por video llamada con los actores Yoo Tae-o (Hae Sung) y Justin Kuritzkes (Arthur), siendo hasta el primer día de grabación donde ellos se ven, su primera vez también conociéndose en persona cómo actores. Así que  ese primer apretón de manos no pudo ser más real en todo el sentido de la palabra.

Vidas Pasadas se está condecorando como la cinta más romántica de los últimos años, pero, tampoco es que sea ese amor concretado y logrado, es más bien un amor real, de ese que todos vivimos tarde o temprano, ese que te deja un sabor acidito, pero dulce a su vez, y es que ver esta cinta rompe con todos los estereotipos románticos de Hollywood. Dando un amor real y sincero.

Así que si estás en preparación de llenar tu próxima quiniela de los Oscar, ten por seguro que no te querrás perder este filme, pero si por otro lado no eres seguidor de la época de galardones del cine, déjame decirte que ir a ver Vidas Pasadas será un bálsamo necesario para ese amor no realizado, pero que aún conservas en tu mente y corazón.


Jimena Jimenez

No mires al demonio

No Mires al Demonio, llega a pantallas mexicanas el 18 de enero; es la ópera prima de Brando Lee producida por Brando Studios y Branstorm Entertainment. La película cuenta la historia de Jules, una joven con la habilidad de percibir entidades del más allá, marcada por un pasado traumático y luchando contra las adicciones. En su camino hacia la recuperación, Jules, junto a su novio, Matty, un productor televisivo, y el equipo de grabación Skeleton Crew, viaja de pueblo en pueblo en Malasia, explorando fenómenos paranormales para realizar periodismo paranormalo amarillista. Su vida da un giro al encontrarse con un monje budista, quien ve en ella un potencial para el bien. La trama se intensifica cuando Jules se enfrenta a entidades violentas en una casa habitada por un brujo que realizaba rituales macabros con fetos, desencadenando una lucha por restaurar la paz y proteger a sus amigos.

A pesar de su trama exótica, «No Mires al Demonio» tropieza en varios aspectos. La película se sumerge en clichés del terror como jumpscares, levitaciones, y símbolos judeocristianos, recordando demasiado a clásicos del género como «El Exorcista». El CGI, de baja calidad, resta impacto a escenas que podrían haber sido más efectivas con efectos prácticos. El guion, aunque prometedor, flaquea en su momento más crucial con un deus ex machina que revela la identidad del brujo en cuestión y la naturaleza de sus rituales. Además, se introduce una subtrama romántica innecesaria que no se siente conectada con la historia principal. La película también falla en desarrollar personajes clave, como el monje, a quien no se le otorga ni siquiera un nombre, reflejando una tendencia de la industria cinematográfica hacia la superficialidad con lo extranjero.

Sin embargo, «No Mires al Demonio» tiene sus momentos brillantes, especialmente en su conclusión. El final ofrece un giro inesperado y terrorífico que deja una impresión duradera. Además, la película se basa en prácticas reales como el Kuman thong tailandés, lo que añade un elemento genuinamente inquietante a la narrativa.

En resumen, aunque «No Mires al Demonio» cae en la repetición de elementos comunes del género de terror y sufre de algunas debilidades en el guion y los efectos especiales, su intrigante historia y el impactante final hacen que valga la pena darle una oportunidad en el cine para los entusiastas del terror.

Juan Pablo Cruz Bastidas

Tik tok @yeeipi

TÓTEM

La nueva pelicula de Lila Avilés que te dará un abrazo al corazón.

“Lo que se ha perdido en las especulaciones sobre la condición humana puede recuperarse en una sola mirada al hombre desnudo” Walter Benjamin 

No es ningún secreto que para Lila Avilés, escribir desde la intimidad y cotidianidad de sus personajes nos mantiene en un estado de vulnerabilidad en sus historias.

Para nosotros como público, ver nuestras experiencias de vida plasmadas en pantalla grande, sin crítica, sin prejuicios, solo las condiciones humanas y hasta cierto punto, vidas que pasan muchas veces por desapercibidas llegan a dotarnos de una experiencia conmovedora. 

En esta ocasión, seguimos la historia de Sol, una pequeña que llega a la casa familiar de su abuelo para visitar a su padre, pero se encuentra con un caos, pues todos están enfocados en los preparativos de la fiesta para su padre enfermo. 

Desde el minuto uno se nos deja ver el sentimiento de pérdida que percibe Sol; solo con una frase introductoria, «deseo que mi papá no muera», parece tener una premisa bastante triste. A pesar de ello, el guión no se deja llevar por el lado adultocentrista ó sentimentalismos de estar en un mundo lleno de «colores fríos» o melodramáticos de la situación. Más bien, lo vemos a través de los ojos de la inocencia, provocandonos calidez, amor, cercanía con su familia y un poco de caos.

Esto estéticamente está presente con el uso de una paleta de colores cálidos, sobre todo en el amarillo como representación de la inocencia en Sol, que al mismo tiempo tiene un conflicto muy fuerte por el que está pasando: la enfermedad de su padre.

Otro color presente es el verde, y que a percepción propia, está conectado con el título de la película. Lo vemos en aquellos “planos detalle” donde se exalta la sutil belleza de los insectos, los caracoles, las mantis religiosas, que muchas veces para un ojo apresurado llegan a pasar desapercibidos. 

El verde en ocasiones nos provoca sentir el estado anímico del personaje, el cual trata de tomarse las cosas con calma y de encontrar “armonía” en todo lo que está aconteciendo; pero el degradado con el amarillo nos deja ver que algo en esta búsqueda, está obstaculizando eso.

La relación que tienen intrafamiliar son meramente personajes arquetípicos, desde la tía sobreprotectora que quiere que todo se haga como ella quiere, hasta la sobrina más pequeña  traviesa y adorable. Pero esta construcción es lo que nos hace empatizar genuinamente. 

En estructura cumple con algunas de las características de la “comedia de caracteres” pues hay momentos en que los personajes como el de la tía, (interpretado por la gran Marisol Gasé), contrata a una “limpiadora de energías”, es ahí donde se destacan aspectos cómicos y absurdos de la naturaleza humana. 

TÓTEM es todo esto, una construcción de las esencias humanas que estan presentes en nuestro primer nucleo que es la famillia. Es un abrazo al corazón y un llamado a disfrutar de las cosas pequeñas.

Para entender las complejidades de la vida humana, no se necesita más que una mirada inocente a lo esencial.

Totem se estrena este jueves 30 de noviembre en salas de cine mexicano.

Belén Ruiz

@ruzbel02