TÓTEM

La nueva pelicula de Lila Avilés que te dará un abrazo al corazón.

“Lo que se ha perdido en las especulaciones sobre la condición humana puede recuperarse en una sola mirada al hombre desnudo” Walter Benjamin 

No es ningún secreto que para Lila Avilés, escribir desde la intimidad y cotidianidad de sus personajes nos mantiene en un estado de vulnerabilidad en sus historias.

Para nosotros como público, ver nuestras experiencias de vida plasmadas en pantalla grande, sin crítica, sin prejuicios, solo las condiciones humanas y hasta cierto punto, vidas que pasan muchas veces por desapercibidas llegan a dotarnos de una experiencia conmovedora. 

En esta ocasión, seguimos la historia de Sol, una pequeña que llega a la casa familiar de su abuelo para visitar a su padre, pero se encuentra con un caos, pues todos están enfocados en los preparativos de la fiesta para su padre enfermo. 

Desde el minuto uno se nos deja ver el sentimiento de pérdida que percibe Sol; solo con una frase introductoria, «deseo que mi papá no muera», parece tener una premisa bastante triste. A pesar de ello, el guión no se deja llevar por el lado adultocentrista ó sentimentalismos de estar en un mundo lleno de «colores fríos» o melodramáticos de la situación. Más bien, lo vemos a través de los ojos de la inocencia, provocandonos calidez, amor, cercanía con su familia y un poco de caos.

Esto estéticamente está presente con el uso de una paleta de colores cálidos, sobre todo en el amarillo como representación de la inocencia en Sol, que al mismo tiempo tiene un conflicto muy fuerte por el que está pasando: la enfermedad de su padre.

Otro color presente es el verde, y que a percepción propia, está conectado con el título de la película. Lo vemos en aquellos “planos detalle” donde se exalta la sutil belleza de los insectos, los caracoles, las mantis religiosas, que muchas veces para un ojo apresurado llegan a pasar desapercibidos. 

El verde en ocasiones nos provoca sentir el estado anímico del personaje, el cual trata de tomarse las cosas con calma y de encontrar “armonía” en todo lo que está aconteciendo; pero el degradado con el amarillo nos deja ver que algo en esta búsqueda, está obstaculizando eso.

La relación que tienen intrafamiliar son meramente personajes arquetípicos, desde la tía sobreprotectora que quiere que todo se haga como ella quiere, hasta la sobrina más pequeña  traviesa y adorable. Pero esta construcción es lo que nos hace empatizar genuinamente. 

En estructura cumple con algunas de las características de la “comedia de caracteres” pues hay momentos en que los personajes como el de la tía, (interpretado por la gran Marisol Gasé), contrata a una “limpiadora de energías”, es ahí donde se destacan aspectos cómicos y absurdos de la naturaleza humana. 

TÓTEM es todo esto, una construcción de las esencias humanas que estan presentes en nuestro primer nucleo que es la famillia. Es un abrazo al corazón y un llamado a disfrutar de las cosas pequeñas.

Para entender las complejidades de la vida humana, no se necesita más que una mirada inocente a lo esencial.

Totem se estrena este jueves 30 de noviembre en salas de cine mexicano.

Belén Ruiz

@ruzbel02

 

Un lugar llamado música

Un lugar llamado música (2023) Dir. Emrique M. Rizo

Este documental distribuido por Pimienta Films es un producto de la curiosidad de Enrique M. Rizo al ver a dos músicos cuyos contextos contrastan tanto que nos recuerdan cómo en la inmensidad del mundo cabe tanta diversidad, pero que aún es lo suficientemente pequeño como para permitir que éstas realidades se encuentren y tengan la posibilidad de crear algo inédito.

Philip Glass, un compositor de música clásica minimalista y egresado de Julliard School en Nueva York, es uno de los protagonistas de este filme. Él conoce, casi por accidente, a Daniel Medina De la Rosa, un músico wixárika proveniente de la comunidad Santa Catarina en Jalisco, en una presentación del estadounidense que aparentemente no tendría nada especial o particular, pero que se convertiría en apenas la primera vez que sus talentos se combinarían para crear algo inesperado y vanguardista. 

Un lugar llamado música (2023) Dir. Emrique M. Rizo

“Un lugar llamado música” registra la expedición en que se embarcaron ambos artistas para crear música juntos. Sin tener un idioma en común y con el desafío de tener como única comunicación directa miradas y gestos, estos músicos encontraron un lenguaje en común: la música. Y es por medio de esta música que construyen una relación sin igual y que caen en cuenta que también comparten al fuego como un elemento esencial en sus vidas, cuestión que no tardaron en retratar en sus composiciones. 

Con el acompañamiento en piano de Glass, esta relación tan particular tuvo como resultado la creación del álbum “The Spirit of the Earth”. En este disco se comparte y preserva un poco de la cultura wixárika (cuestión que era de suma importancia para Medina y su comunidad), especialmente su cosmovisión y su relación con la naturaleza que quedó retratada en las líricas de sus canciones, mismas que serían llevadas a la vida en Julliard, Nueva York, y El Palacio de Bellas Artes, Ciudad de México. 

Un lugar llamado música (2023) Dir. Emrique M. Rizo

Desde una perspectiva personal y bastante ignorante en lo que a música y composición respectan, esta mezcla suena extraña al inicio, pero hay algo que le da sentido y conforme avanzó el documental me parecía más difícil imaginar las canciones sin la intervención de alguno de los músicos y esa sensación de extrañeza poco a poco se convirtió en curiosidad y asombro. La película me atrajo desde el momento en que presentaron a los protagonistas, pero me cautivó cuando alcancé a sentir un poco de su conexión. Lo pensé cómo transitar un camino de la mano de Medina y Glass hacia un lugar llamado música. 

Estreno en salas de cine el 17 de Noviembre de 2023

Rebeca Hernández Aguayo

Confesiones

Un retrato revelador sobre los secretos en familia.

Después de cinco años, el director Carlos Carrera regresa a la pantalla grande y es que el creador de éxitos como: La mujer de Benjamín (1991), El crimen del padre Amaro (2002), El Héroe (1994) y Ana y Bruno (2017), retorna con un nuevo filme lleno de suspenso y secretos, titulado “Confesiones”. Hablar de la gran trayectoria del mexicano, es entrar a un mundo donde los filtros, eufemismos y tactos no están agregados. Para Carlos Carrera, contar una historia debe tener algo fuerte que decir, principalmente cuando se trata de la sociedad mexicana, la cual está inmersa de muchos aspectos que tocar. En sus proyectos pasados hemos visto que sus películas han hablado sobre religión, política, machismo, duelo, pérdida, delincuencia, etcétera, y en esta ocasión, no es la excepción, ya que Confesiones sigue la línea ya marcada por este realizador.

Hablemos sobre Confesiones. Basado en el filme español “Bajo la Rosa”, es que nace este proyecto  con la producción de Daniel Birman Ripstein, la dirección de Carlos Carrera y la tutela de Sony Pictures Entertaiment.  Esta triada nos trae en pantalla grande una historia reveladora, cruda, impactante y sorpresiva; algo que es muy común en los filmes del mexicano. Con un reparto perfecto: Juan Manuel Bernal, Claudia Ramírez, Luis Gnecco y Emilio Treviño.

Con tan solo cuatro personajes y una sola locación (lo que parece una puesta en escena teatral), esta historia nos lleva por la vida común y corriente de una familia; no obstante, su rutina se ve interrumpida cuando la menor de sus integrantes desaparece al no ser localizada después del colegio. Este abrupto giro en sus vidas pondrá al resto de la familia a la búsqueda de la pequeña, sin embargo, una llamada les hará cambiar de rumbo, ya que el secuestrador de la niña está solicitando algo para poner en libertad a su rehén, no obstante, el precio no es tan sencillo, porque el valor de la pequeña no viene en símbolos monetarios, si no que es una sola cosa a cambio; uno de los tres integrantes esconde un oscuro y terrible secreto, el cual deberá ser revelado antes del amanecer para poder dejar en libertad a la menor.

Confesiones te dejará al filo del asiento en todo momento, eso sin contar la constante carga de suspenso al no comprender nada de lo que pasa. Un filme perfectamente logrado, dejando ver que las actuaciones hacen de esta película una maravilla, ya que en ningún momento se pierde la tensión que viven a flor de piel esta familia.

En su estreno en el pasado Festival Internacional del Cine de Morelia, Juan Manuel Bernal  declaró: “Es un thriller, de los pocos que se hacen en México, muy fuerte. Me encanta el cine que no sabes a donde va”.  Y es que no solo el actor mexicano ha quedado fascinado con el resultado de este filme, porque seguramente confesiones dejará a más de uno en estado de shock. Con esta película es el gran regreso de Carlos Carrera que todos esperábamos, así que no puedes perdértela , ya que te dejará reflexionando, pero antes de ir a verla preguntante ¿y tú conoces en verdad a toda tu familia?

Jimena Jiménez

Lluvia

La ópera prima de Rodrigo García Sáiz entrelaza seis historias con el escenario lluvioso de la ciudad.

Ciudad de México, lugar que alberga extraordinarias historias por contar. Capital de una urbe en constante movimiento y que se coloca como el escenario idóneo del director Rodrigo García Sáiz, que después de realizar un par de cortometrajes, materializa su primera película con Lluvia, que de la mano de un ensamble actoral de alto calibre, teje seis historias insólitas que transcurren durante una tarde-noche en las calles de la CDMX.

El cineasta nominado al Ariel por su cortometraje de ficción El hombre que murió de un rumor (1996) toma las riendas del guion de Paula Markovitch y hace suya la historia, que presenta a un multielenco que incluye nombres como Bruno Bichir, Dolores Heredia, Arcelia Ramírez, Cecilia Suárez, Morganna Love, Krystian Ferrer, Hoze Meléndez, Tiaré Scanda, Martha Claudia Moreno, Mauricio Isaac entre otros. Le da la oportunidad a cada uno de llenar de matices a sus personajes que se representan en cada una de las aflicciones que padecen.

En Lluvia dos son los elementos cruciales protagonistas de la cinta. Por un lado tenemos a la ciudad, que acompaña en cada historia a sus personajes y por otro lado está, precisamente, el clima que le da nombre al título. Rodrigo en su intención por retratar su ciudad natal, permeó a este argumento de lluvia constante, que reflejara el aspecto realista del que fuera antes llamado Distrito Federal, porque originalmente no estaba contemplado que lloviera en la cinta, pero es gracias a la visión de su director, que este elemento se añadió para adjuntar un aspecto más identificable.

Describir la trama de Lluvia sugiere desdeñar las seis historias que conforman su cuerpo. Detallarlas le restaría el factor sorpresa, y por tanto, este drama se puede explicar cómo aquellas anécdotas que pueden parecer insólitas pero que llegan a suceder. Ejemplos tenemos al taxista que todo el día conduce por la metrópoli y que con cada pasajero conoce a una persona nueva, o a la pareja que con problemas maritales se enfrenta a una emergencia ajena; o el triste caso de un robo a una mujer que va de regreso a su casa y dos asaltantes la sorprenden para despojarle de sus pertenencias.

Las otras tres historias se dejan ver en el peculiar encuentro de dos jóvenes que sin nada en común, pasan una noche juntos sin la probabilidad de volverse a ver; de una enfermera que realiza un favor a un paciente que la puede involucrar en un asunto ilegal y finalmente conocemos a un hombre solitario en busca de una dama de compañía.

Descrita la trama de la película, resulta interesante mencionar la peculiar manera de entrelazar cada una de las historias, porque no todas encuentran una conexión directa, y es aquí que resuena el objetivo de Lluvia, al conectarlas de forma aleatoria y con la intención de hacer evidente que en la vida real suele suceder así, simplemente por cuestiones del destino nos solemos topar con personas que traen consigo un trasfondo.

En el desempeño de cada histrión, su trabajo es no ser protagonista, sino ser el hilo conductor que nos lleve por las rutas de los personajes, y ahí es donde encuentra su mérito el filme. Cada historia cuenta consigo un elemento ya sea de soledad, amor, ilusión o desesperanza propios de la condición humana, que con ayuda del elemento climático, se enfatiza el objetivo de limpiar, purgar, alegrar, entristecer o hacer pensar en el espectador, llevando así la lluvia como protagonista de la cinta.

Filmar en condiciones de lluvia ya sea natural o intencionada se supone un reto para la producción, y es gracias al diseño sonoro y cinematografía que resalta esta sensación con atino. Se encuadra muy bien la representación de un lado de la ciudad poco explorado en el cine mexicano, y esto le agrega un toque de autenticidad que destaca en sus aspectos técnicos.

Presentada el pasado 22 de octubre en el 21 FICM 2023, Lluvia se posiciona como una propuesta en el cine mexicano que es digna de verse. El retrato social y emocional de su historia le brindan la identificación suficiente que la industria y el público necesita de su cine en este momento. Con fortuna su calendarización para salas de cine se prevé para 2024.

Ser Heroico

Situada en el Heroico Colegio Militar de México, la película «Heroico» nos sumerge en la vida de un joven cuyo motivo inicial para enlistarse en el ejército es profundamente humano: asegurar el bienestar médico de su madre enferma de diabetes. Una vez dentro de las filas del ejército, el talento y vocación del protagonista no tarda en captar la atención de uno de sus superiores, quien comienza a involucrarlo en misiones extraoficiales que rayan en la ilegalidad. Aunque esto le garantiza el favor y reconocimiento de un superior, lo coloca frente a frente con la dura realidad del abuso del poder. A esto se suma que el protagonista se vuelve observador y cómplice de las transgresiones hacia sus colegas por parte de la jerarquía militar.

A medida que la trama se desarrolla, observamos cómo este ambiente, inicialmente percibido como una solución a sus problemas, comienza a erosionar la humanidad del protagonista. Las tensiones no solo se limitan a su vida dentro del colegio militar, sino que traspasan los muros y se manifiestan en su vida personal, llevándolo a replicar patrones de violencia con su pareja y seres queridos. La historia nos presenta una intensa lucha interna, donde, a pesar de resistirse, el protagonista es paulatinamente absorbido por ese mundo violento y despiadado. Sin embargo, en un giro inesperado, un vestigio de su humanidad original provoca una crisis que desencadenará en una decisión que marcará su destino.

Visualmente, «Heroico» ofrece una cinematografía sólida y bien estructurada, sin embargo, no puede evitar caer en la trampa de hacer referencias excesivas a «Full Metal Jacket», de Stanley Kubrick, otra película que aborda la realidad de la vida militar. Es una lástima que el director, en su afán de homenajear una obra maestra, termine perdiendo la oportunidad de imprimir un sello personal y distintivo a su obra. La única escena que destaca por su originalidad y ejecución ocurre cerca del desenlace de la película. Ambientada en una piscina, vemos al protagonista y a su superior abrazados en el trampolín de clavados, preparándose para saltar al unísono. Este momento no solo es visualmente impactante, sino que también crea una metáfora de singular belleza acerca de la corrupción y el descenso del personaje en garras de su superior.

El guion, si bien ambicioso, parece dispersarse entre los múltiples conflictos que presenta. La narrativa de «Heroico» lucha por encontrar un equilibrio entre la relación del protagonista con su madre, la presión de su superior y el dilema moral que enfrenta al ser testigo de los abusos en la institución. Esta dispersión temática puede resultar confusa y, en ciertos momentos, hace que la audiencia se pregunte cuál es el verdadero núcleo de la historia.

A pesar de su audaz intento de descubrir la crudeza del Colegio Militar, “Heroico” parece retenerse, mostrando solo la punta del iceberg de los abusos que se rumorean ocurren detrás de esos muros institucionales. Uno no puede evitar preguntarse si esta contención se debe a una autocensura por parte del director, tal vez motivada por temor a represalias o a la crítica. Sin embargo, es necesario aplaudir la valentía con la que se abordan temas tan controvertidos y sensibles.

«Heroico» ha logrado lo que muchas películas no consiguen: despertar la conciencia social y generar un intenso debate en torno a los abusos y la corrupción en las instituciones militares, incluso entre los mismos militares. Esta interacción entre la película y el público va más allá de la pantalla, transformando el cine en una herramienta poderosa para el cambio social. No obstante, es imposible pasar por alto las connotaciones políticas que subyacen en «Heroico». En un contexto en el que el gobierno de López Obrador ha mostrado un fuerte apoyo a las clases militares, la elección del momento de lanzamiento de la película, así como la figura de Michel Franco como productor, arroja sombras de sospecha sobre las verdaderas intenciones detrás de la obra…

El desenlace de «Heroico» es inesperadamente abierto, dejando al espectador en un estado de incertidumbre. Aunque este tipo de finales a veces pueden funcionar, en el caso de “Heroico” deja un poco insatisfecha a la audiencia, y hace sentir que la película fue interrumpida sin poder ofrecer un cierre adecuado.

En conclusión, «Heroico», con sus imperfecciones y audacias, se posiciona como una película provocadora que insta a la reflexión y al cuestionamiento sobre temas fundamentales en la sociedad actual. Es una obra que, más allá de la pantalla, sin ninguna duda, continuará resonando en el conversatorio del cine mexicano.

PABLO BASTIDA

Instagram: @bastidaph

La nueva Cineteca Nacional de las Artes y la centralización de los espacios culturales.

La Secretaría de Cultura del gobierno de México, a través de la Cineteca Nacional y con apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) y el Centro Nacional de las Artes (CENART), presentan la Cineteca Nacional de las Artes, un recinto más dedicado a la exhibición cinematográfica nacional e internacional.

Ha sido renovado lo que fue el multicinema ubicado dentro del CENART, convirtiéndose ahora en la Cineteca Nacional de las Artes, inmueble que será dedicado al séptimo arte, especializándose en la exhibición de filmes no comerciales, como lo ha venido haciendo la Cineteca Nacional desde su apertura en 1974; así mismo, se brindará el espacio a eventos culturales y educativos.

En la conferencia de prensa que se suscitó para dar anuncio a la inauguración de este recinto, el director general de la Cineteca Nacional, Alejandro Pelayo Rangel, compartió un mensaje: “Es importante para nosotros que juntos celebremos el recuperar un espacio que había sido privado y que no fue fácil lograr tener otra vez un espacio público y otra cineteca. Fue una muy buena negociación, tan es así, que pudimos tener ya listo este espacio para ustedes y efectivamente, otro punto esencial es que no vamos a repetir la programación de la cineteca, la vamos a ampliar”. Sobre las películas que se exhibirán, dijo: “Nuestra prioridad es nuestro cine, que no encuentra muchas veces pantallas, el que necesita tener un espacio propio que también privilegie este cine con los estrenos internacionales, los ciclos, los festivales a los que ustedes están ya acostumbrados. Entonces, crecemos; no repetimos. Eso es fundamental”.

En conmemoración y para celebrar el día del cine mexicano, el 16 de agosto del año en curso, se abrirán las puertas al público y para recibirlos afables, durante todo un mes, la cartelera estará dedicada a distinguir las películas que han conformado el cine mexicano tanto contemporáneo, como el antaño; y a lo largo la primera semana, se proyectarán las cintas más notables en las que la actriz María Rojo a lo largo de su trayectoria ha destacado.

Además, durante esta primera semana de apertura de la Cineteca Nacional de las Artes, las funciones serán gratuitas, y las tres semanas restantes, las entradas estarán al 2×1. El horario será de lunes a domingo a partir de las 10:00 am hasta el término de su última función.

Para el equipo que conformamos Oculus, nos resulta imprescindible la apertura a lugares dedicados a espacios culturales en el país, sin embargo, invitamos a la introspección colectiva en cuanto a la latente problemática que los internautas no han dejado pasar de largo a partir de la noticia de la apertura de este espacio puesto que se han manifestado en contra de una extensión más de la Cineteca en la misma zona donde se localiza la ya establecida. Esto nos habla de la perpetua centralización; dejando de lado a todos aquellos y aquellas habitantes que residen en las periferias y que por cuestiones multifactoriales como lo son los largos trayectos y la falta de recursos económicos que se le puede disponer a la diversión o entretenimiento son escasos o nulos -puesto que gran porcentaje de la población trabajan al día y no se pueden permitir ese lujo-, entonces, resulta discriminatorio para este sector que se les invisibiliza y por tanto, se les restringe de este derecho humano como lo es tener acceso a estos espacios culturales.

No queda más que seguir alzando la voz por las redes sociales, esperando a que, en algún momento a este requerimiento se le preste la atención pertinente y se tomen cartas en el asunto y se busquen soluciones o alternativas para que estos espacios lleguen a otras latitudes.

Mientras tanto, las personas que tengan en sus manos las posibilidades para visitar este espacio en busca de pasar un rato entrañable, estaremos atentos de todo aquel y aquella seguidora que les apetezca compartirnos su experiencia.

Ojo Verité 

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90 días para el 2 de julio y la prisión acogedora.

90 días para el 2 de julio (2021) dir. Rafael Martínez

Rafael Martínez García es un joven mexicano egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica, institución en la que estudió guión para Cine y TV. Ha labrado su trayectoria dentro de la industria ejerciendo como productor, guionista y director. Entre su filmografía destacan cortometrajes los cuales se han exhibido en diversos festivales nacionales e internacionales.

Entre las decenas de proyectos realizados; ‘El amor dura tres meses’ obtuvo el Ojo de la Sección Michoacana en el 16º Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) y una Mención Especial en el 22º Guanajuato International Film Festival (GIFF). En el año 2019, su guión de cortometraje ‘Impronta’ obtuvo una Mención Especial en el 17° FICM, y en 2020, su guión de largometraje ‘Apenas primavera’ formó parte de la Selección Oficial de guiones inéditos del Festival de Cine de La Habana. Colaboró en el guión de la película ‘Sin hijos’, ópera prima de ficción del director Roberto Fiesco, la cual estrenó en Netflix en marzo de 2021.

Dir. Rafael Martínez (En el metro de la CDMX)

Un amplio camino ha transitado y que posterior a la demora de su estreno debido a percances suscitados -tan imprevisibles y caóticos como lo fue la pandemia por el COVID 19-, Rafael, nos presenta su ópera prima ‘90 días para el 2 de julio’, que logra enternecerte como a su vez, te hunde en la desdicha. Y no es para menos ya que el realizador plasma con eficacia las cotidianidades a las que es más frecuente tener que encarar en esta, nuestra sociedad posmoderna y la que concierne a esta cinta: Las máscaras. Que en la actualidad con más frecuencia usamos como defensa a nuestro entorno hostil. 90 días para el 2 de julio nos cuenta la historia de Luis (Armando Espitia), quien en casa, aguarda impaciente la llegada de Andrés (Luis Arrieta), un hombre con quién mantiene una relación amorosa en secreto.

Andrés es un candidato a gobernador de un partido conservador, razón por la que tienen que mantener su vínculo en el anonimato, pues de filtrarse la verdad, su carrera en la política quedaría truncada. De modo que -para evitar escándalos-, se ve obligado a recurrir a la creación de una imagen pública impecable. Esto quiere decir que regirá su vida bajo los estándares de la heteronormatividad. Circunstancia que si bien entristece a Luis, acepta con la ilusión de que esta situación será temporal y en algún momento podrá externar el amor que siente por Andrés sin ningún tipo de temor.

En vista de la ajetreada agenda de trabajo de Andrés, Luis pasa los días en cautiverio dentro de una casa que carece de mucho -e inclusive de internet-, pero esto no durará mucho hasta la inesperada visita de Natalia (Danae Reynaud), su vecina -siempre en compañía de su roomie Jess-, (Greta Cervantes) que gracias a sus personalidades desinhibidas, estrechan lazos y forman una inigualable amistad. Mientras este apacible trío goza de sus compañías, y que en especial a Luis le ayudarán como sostén para despejar su mente y dirigir su atención fuera de su espera incierta. A lo largo de la trama iremos conociéndolo por medio de cómo haga frente a verdades que le serán reveladas al paso de los días.

90 días para el 2 de julio (2021) dir. Rafael Martínez

90 días para el 2 de julio nos invita a la estadía por estas cuatro paredes sin sentirnos asfixiados, -aunque si por momentos afligidos-, y que del mismo modo, nos logra conmover por la calidez que cada personaje irradia de su ser y de la casa misma por doquier. Esta cinta mexicana no titubea a la hora de exponer temas que en pleno siglo XXI para muchas personas siguen siendo tabú como lo es la comunidad LGBT+ -y más dentro de este país en la que aún abunda el machismo y la homofobia-, por lo que, hacer visibles las vivencias de individuos que lo único que los diferencia es su orientación sexual no debería ser ya un problema. Por tanto, es de aplaudir que películas como la de Rafael, alcen la voz, y se rebelen contra este sistema intolerante y por ende, prejuicioso ante la existencia de personas que lo único que buscan es vivir en armonía tanto con ellos mismos como con su entorno.

90 días para el 2 de julio es un vaivén de emociones agridulces que vale cada segundo experimentar, pues nos habla sobre la necesidad de vivir siendo nosotros mismos sin las máscaras que aún hoy en día, muchos tienen que usar por temor al “qué dirán los demás”.

Esta cinta se encuentra ya disponible en distintos cines de la república mexicana. ¡No te la pierdas!

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Teorema de Tiempo

Entre imágenes familiares, heridas y la inherente necesidad creadora del ser humano nos enfrentamos al Teorema de Tiempo

Teorema de Tiempo (2022) dir. Andrés Kaiser

Andrés Kaiser creció con la idea de que su abuelo Arnoldo había sido un músico exitoso   gracias a una fotografía de antaño, que lo mostraba a él y a una banda de muchachos sonrientes detrás de instrumentos clásicos de una big band orchestra, entre ellos un bombo de batería con las palabras “Kaiser y su famosa orquesta”. Las fotografías (y más las fotografías de álbum de hace años) no mienten, ¿verdad? Son lo que son a pesar del paso del tiempo. Andrés meramente observó e interpretó lo que los datos visuales le revelaban: el porte y la expresión satisfecha de su abuelo, rodeado de sus compañeros artistas, daba indicios de esa particular felicidad que sólo se evidencia cuando uno hace lo que es feliz haciendo.

Teorema de Tiempo (2022) dir. Andrés Kaiser

Para el resto de su familia, sin embargo, esta imagen era un juego creativo más del abuelo Arnoldo, quien fue conocido por muchos años en San Luis Potosí como el dueño de una imprenta de libros contables por profesión…y nada más. Afortunadamente, la vida y el arte conducen a Andrés Kaiser hacia el edificio del negocio tras la muerte de su abuela Anita, en donde entre máquinas, cuadernos y recuerdos marcados por tinta y polvo, encuentra una cantidad exorbitante de fotografías y películas caseras. Este material lo guía hacia una nueva realidad que antes había sido inimaginable: además de impresores, su abuelo y abuela maternos fueron prolíficos cineastas caseros, y su abuelo Arnoldo se desempeñó, a veces con claridad y en otras ocasiones probablemente sin haberlo distinguido, como creador y personaje de tales fantasías.

Lo que llevo escrito pareciera ya tener los elementos para la sinopsis de una película de misterio, pero no es así: Andrés Kaiser, reconocido director mexicano contemporáneo (Feral) recopila, organiza y saca a la luz (junto con el editor Lorenzo Mora) invaluables archivos y horas de material audiovisual para compartirnos su Teorema de Tiempo (México, 2022), este documental sobre su familia materna que brilló en la edición 25 del Festival Internacional de Cine de Guanajuato y en el Festival Internacional de Cine Documental de Múnich 2022,  y que llega a sentirse tan íntimo con todo lo que la intimidad conlleva: la fascinación, las incertidumbres, las cercanías, y por supuesto el dolor.

Arnoldo Kaiser (nuestro “protagonista” y abuelo del cineasta), es un hombre de ascendencia suiza que contrajo matrimonio con Anita Schlittler, y que más allá de la unión conyugal parecía mantener un interés común y artístico con su compañera: la creación escénica y narrativa a través de una cámara. Arnoldo, quien ya llevaba un rato filmándose a sí mismo en sus momentos de “soledad” dentro de su amplia residencia potosina, teniendo como aliados a su cámara y un tripié, encontró en su esposa Anita a la cómplice perfecta de sus aventuras, y también directora de sus películas caseras. Como espectadores (y hasta cierto punto, como cinéfilos), podemos disfrutar de un sinnúmero de propuestas audiovisuales que nos llevan de la mano con las ocurrencias de Arnoldo; desde contemplar una actuación de cómo despierta exageradamente en la cama y narra las peripecias que vienen después, hasta disfrutar de los bailes íntimos con su esposa y las escenas teatrales que creó con sus hijos, conforme iban llegando al mundo y creciendo. Incluso los inicios y contenidos de sus materiales han sido pensados cinematográficamente: acomodos de fichas con letras a manera de stop motion nos introducen a los títulos de sus ocurrencias, y ciertas voces de las y los participantes han sido dobladas posteriormente (intuyo por ellos mismos, por Arnoldo y, quién sabe, en algún punto hasta por el mismo Kaiser). Las voces no siempre concuerdan con la persona y el sexo, detalle que nos saca una risa genuina y enternecedora. Como seres humanos, por otro lado, es como si se nos fuese develando una verdad que nos divierte, conmueve, pero que también resulta dolorosa de digerir: pareciera que Arnoldo se mostraba sólo cien por ciento Arnoldo delante de la cámara. Es por esta razón que, a pesar de haber sido un hombre de carne y hueso, nos es imposible no entenderlo también como el personaje de un largometraje; un personaje con sueños, motivaciones y carencias que, buscándolo conscientemente o no, son robadas y escupidas de vez en cuando por su cámara casera. ¿Qué es verdad y qué no lo es durante y dentro de estos rodajes? ¿Las puestas en escena son meras creaciones con el fin de interpretarse? ¿La vida familiar de los Kaiser es siempre idílica y envidiable? ¿La existencia de Arnoldo gira alrededor de un guión predeterminado, o es su vida la que alimenta este duradero y cambiante argumento?

Teorema de Tiempo (2022) dir. Andrés Kaiser

Al principio de la cinta, cuando Andrés Kaiser nos comparte que su abuelo Arnoldo soñaba con convertirse en músico e intérprete, y que deseaba establecerse en Nueva York para perseguir estas inquietudes, nos informa también que nuestro protagonista se establece definitivamente en San Luis Potosí para hacerse cargo de la imprenta familiar. Es en este espacio que Arnoldo decide, en vez de letras y palabras, estampar su vena artística junto con sus empleados; los viste de músicos y se toma fotos con ellos hasta con utilería, simulando una gran orquesta y sacando la sonrisa de todos los presentes. Posteriormente, hace reuniones en donde su quórum se disfraza y la cámara capta imágenes de bailes, celebración y bebidas con brindis por la felicidad. Y es que a lo largo de Teorema de tiempo nos vamos preguntado una y otra vez lo mismo: ¿es esta felicidad un reflejo fidedigno de la existencia? ¿O es una desesperada búsqueda interior a través de la cinematografía?

Lo que sí es evidentemente visible, es la titánica y ordenada labor que Andrés Káiser y Lorenzo Mora llevan a cabo para que el montaje del material familiar sea la estrella de esta producción; las diversas fotografías y filmaciones en la seguridad del hogar, durante los viajes realizados, e incluso los testimonios a voz de familiares que pudieron compartir tiempo y vida con Arnoldo y Anita, nos van ayudando a construir este rompecabezas de retratos y sentimientos en el que Kaiser intenta establecer un diálogo con un abuelo del que no tiene recuerdos sólidos. Afortunadamente, la tecnología se encuentra hoy de nuestro lado, y Kaiser ha sido capaz de digitalizar en 16 mm mucho del material obtenido para su película (por ahí dicen que incluso le quedan vastas horas en 8 mm, y estamos ansiosos por saber qué sucederá con este tesoro, que parece renacer con nuevo material cada que Kaiser vuelve a ponerle atención). El archivo completo, ya ordenado, ha sido resguardado por nuestra poderosísima Cineteca Nacional dentro de su proyecto Memoria, bajo el nombre de la Colección Kaiser.  

El símbolo de la familia se ha convertido, entonces, en un monumento que “solea” pero también armoniza para poder dar sentido a las voces de hace tanto tiempo atrás, y que continúan repercutiendo hasta el presente. Pero en contraste con las imágenes poéticas y teatrales de la infancia, la adolescencia y adultez de los hijos e hijas de Arnoldo y Anita no son inmunes a la huella del tiempo, pues ni ellos mismos se salvan de este recorrido inevitable: uno de los tíos de Kaiser es obligado a pasar sus años formativos en Suiza, sintiendo la lejanía de sus tierras, sus lazos sanguíneos y de su propia percepción de la realidad; otro persigue su sueño de convertirse en piloto aviador, profesión a la que jamás se dedica (nos preguntamos con tristeza por qué), y en algún punto fallece en manos del agua; las mujeres de la familia, entre ellas la propia madre de Kaiser, evolucionan más apegadas a las expectativas de la época, y no nos atrevemos a especular acerca de sus aflicciones internas; Anita, maternando a todas las generaciones, va absorbiendo las pérdidas físicas y emocionales de quienes la rodean. El propio Arnoldo se enfrenta a vivir poco a poco su ocaso, y con éste, va dejando atrás a Arnoldo el creador, al cineasta y al relatador de historias para permanecer únicamente como Arnoldo el marido, el padre y el abuelo. Es probable (me aventuro a decir que es seguro) que esa vena de ingenio e imaginación artística haya pasado intacta de Arnoldo hacia su nieto Andrés, quien, aunque no es “autor” de esta historia, es sin dudas el conducto que la extiende y la nutre hacia nosotros.

Teorema de Tiempo (2022) dir. Andrés Kaiser

Cuando la cinta va acercándose a su final, y ya teniendo (aparentemente) los datos y sus conexiones más claros, nos resulta ineludible pensar en el nombre que el cineasta ha elegido para este relato: si buscamos una definición acertada, un teorema es una proposición en la que, partiendo de ciertas suposiciones, podemos afirmar de manera comprobable un resultado que, por sí mismo, no es evidente. Y es que pocas cosas de este largometraje, inundado de sentimientos, símbolos y palabras que vienen desde la experiencia y el corazón, nos son evidentes; tanto así que necesitamos del ojo clínico (y amoroso) de Kaiser para ir entendiendo las pistas de este montaje audiovisual, en el que ciertos detalles parecen verdades objetivas, y muchos otros asemejan los juegos de creación y ficción tan anhelados y reproducidos por el abuelo Arnoldo y sus secuaces. En Teorema de Tiempo, podemos afirmar de manera comprobable lo siguiente: que el ser humano tiene una inherente necesidad creadora y expresiva, y que esa necesidad nos puede orientar a entender lo más profundo de los sueños, las frustraciones y las miles de personalidades que surgen dentro de uno mismo cuando nos confrontamos a nuestra propia mirada, y a la mirada del otro. Casi al final del documental, Andrés Kaiser hace un último análisis forense de su abuelo; en una fotografía del patriarca vestido con traje elegante y sujetando un violín, todo parece ser real hasta que observamos los pequeños detalles: algunas características de la cabeza contra el fondo, el ángulo del arco del instrumento y la localización de ciertas sombras, apuntan a que la fotografía fue alterada de cierta manera. Apuntan a que la fotografía puede ser un fraude, una mentira. Pero si pensamos mejor que, por el contrario, es la reveladora de toda la verdad de un deseo interior que jamás se fue, nos damos cuenta que una imagen sí puede manifestarnos una realidad completa y compleja. Tal y como Andrés Kaiser compartió durante una entrevista en 2022, “todos tenemos una historia familiar y todos tenemos heridas. Pueden ser más evidentes o más veladas, pero todos tenemos heridas en nuestra historia, en la mía es el caso. Como yo decidí contarlo, después de muchas vueltas y de preguntarnos cómo dar un orden a un archivo tan vasto y tan inconexo, fue a través de la propia historia familiar”.

Teorema de Tiempo (2022) dir. Andrés Kaiser

Teorema de tiempo, documental también ganador del premio al Mejor Largometraje Mexicano en Ficmonterrey 2022, se levantó como la proyección de apertura en el 42 Foro Internacional de la Cineteca Nacional, que se presentará a partir del próximo 29 de junio y hasta el 16 de julio de 2023, entre diversas cintas mexicanas e internacionales que cualquier cinéfilo de corazón necesita y debe conocer. En este caso particular, concluimos que entre juegos con la verdad y lo ficticio nos es posible revelar las inquietudes más arraigadas de nuestra persona, aunque no siempre parezca ser éste nuestro objetivo.

El 42 Foro Internacional se llevará a cabo del 29 de junio al 15 de julio, para continuar su recorrido en el Circuito Cineteca a partir del 17 de agosto. Además, desde el 26 de julio la programación tendrá un recorrido en sedes de la UNAM (Sala Julio Bracho del CCU y Cinematógrafo del Chopo), a la que se seguirán sumando más sedes
 
Los precios en Cineteca Nacional son los habituales, $60 entrada general, y los boletos del Foro ya están disponibles directamente en taquilla, en la app oficial del recinto o en el sitio web.
Consulta toda la programación del 42 Foro Internacional en www.cinetecanacional.net

La Cineteca Nacional está lista para la 42° Foro Internacional de Cine

Como cada año desde sus inicios en 1980, el Foro Internacional de Cine llega a la Cineteca Nacional, para traernos lo más arriesgado y radical del cine internacional contemporáneo. Con una selección de 13 largometrajes provenientes de más de una docena de países invitados, el recinto de Xoco busca promover propuestas cinematográficas poco convencionales.

La selección de películas se presentó en conferencia de prensa el pasado lunes 19 de junio, en presencia de Alejandro Pelayo, director general de la Cineteca Nacional, y Nelson Carro, director de Difusión y Programación de la misma institución. Se destacó que este tipo de muestras son de gran relevancia para la difusión del cine, ya que ponen al alcance del público trabajos que no son fáciles de encontrar ni en salas de cine ni en plataformas de streaming. Otro dato significativo en el que se hizo énfasis es que, en la presente edición de este foro, más de la mitad de les directores son mujeres. Esto quiere decir, nos comenta Nelson, que cada vez hay más mujeres haciendo cine.

Foto: Pablo Bastida

Representando a México, e inaugurando el Foro, se proyectará la cinta “Teorema de tiempo», de Andrés Kaiser, segundo largometraje del cineasta. En “Teorema de tiempo”, Kaiser documenta parte de su historia familiar, especialmente la de sus padres, para mostrarnos que el cine, y el drama en general, son inherentes a la necesidad humana de entender nuestro papel como personajes del teatro de la realidad. Tendremos una reseña más completa al respecto próximamente; ¡estén al pendiente de nuestra página y nuestras redes!

En la conferencia, también se destacaron dos documentales: «De humani corporis fabrica» (Francia-Suiza-Estados Unidos, 2022) y «Nos vemos el viernes, Robinson» (Francia-Suiza-Irán-Líbano, 2022). El primero es un viaje al interior del cuerpo humano con ayuda de cámaras e instrumentos de alta tecnología. En palabras del propio Alejandro, se trata de una inmersión entre la belleza y el horror que, sin recurrir a elementos de ficción, nos recuerda la película “Fantastic Voyage” de Richard Fleischer. Por otro lado, «Nos vemos el viernes, Robinson» nos muestra un diálogo epistolar entres dos gigantes del cine: Jean-Luc Godard y Ebrahim Golestan.

El 42 Foro Internacional se llevará a cabo del 29 de junio al 15 de julio, para continuar su recorrido en el Circuito Cineteca a partir del 17 de agosto. Además, desde el 26 de julio la programación tendrá un recorrido en sedes de la UNAM (Sala Julio Bracho del CCU y Cinematógrafo del Chopo), a la que se seguirán sumando más sedes
 
Los precios en Cineteca Nacional son los habituales, $60 entrada general, y los boletos del Foro ya están disponibles directamente en taquilla, en la app oficial del recinto o en el sitio web.
Consulta toda la programación del 42 Foro Internacional en www.cinetecanacional.net

PABLO BASTIDA

Instagram: @bastidaph

«Katrinas»

Una propuesta onírico-feminista

La noche del 15 de junio, entre asistentes ataviados de riguroso color negro, el Centro Cultural Bella Época fue sede de un vibrante estreno que demostró una vez más la frescura del cine joven de nuestro país. El cortometraje «Katrinas” se presentó ante un entusiasta público, mayoritariamente compuesto por familiares, amigos y ex profesores de los cineastas, cuyas felicitaciones y elogios iluminaron la velada.

Foto: Pablo Bastida

La trama del cortometraje sigue la travesía de una joven que, atrapada en un mundo de ensueño y acosada por espectros, se ve sumida en una serie de flashbacks. A medida que la historia avanza, la protagonista adquiere conciencia de cómo llegó a ese mundo y se le revela su nuevo destino y misión.

El evento fue caldeado por una interesante sesión de preguntas y respuestas con los realizadores, donde se alabó el crecimiento y la evolución de estos jóvenes cineastas, y se reconoció el aporte de este cortometraje en la lucha de las mujeres por la igualdad.

https://www.facebook.com/katrinasshortfilm/videos/549986373196344

PABLO BASTIDA

Instagram: @bastidaph